Mi amigollegó por su olluquito con charqui y perejil picadito, rocoto molido y una jarra de emoliente. “María, más de 2 millones 885 mil peruanos radican en el extranjero, según cifras del INEI. La mayoría dejó el país entre 1990 y el 2015 para trabajar, por mejoras económicas o estudios. Hay trabajadores agropecuarios, obreros, operarios (panaderos, costureros, mecánicos, electricistas, pintores, carpinteros) y en servicios diversos, como detectives privados, conductores, mensajeros, distribuidores, entre otros. Pero los profesionales también son muchos y bordean los 200 mil. Tenemos, por ejemplo, arquitectos, ingenieros, médicos, abogados y docentes. Incluso, hay músicos y astronautas, además de futbolistas.

El peruano es ingenioso y hábil, aunque a veces utiliza estos atributos no para cosas positivas sino para la vida fácil. Pero por esas ‘ovejas negras’ no se debe desmerecer el pujante trabajo de millones de compatriotas que llevan una vida digna y decente en una dura lucha por lograr mejores niveles de vida y contribuir con sus familias, esposas, hijos, padres o hermanos menores. Muchos pasan épocas de hambre y frío, pero se levantan y logran estabilidad gracias a su fuerza de voluntad y espíritu luchador, entrega y responsabilidad. Los casos de connacionales exitosos en el extranjero son muchos y la mayoría está en condición económica más que regular.

Aunque no lo creas, los peruanos también aportan al país, pues sus remesas, que el año pasado superaron los 2 mil 880 millones de dólares, contribuyen en el dinamismo de nuestra economía. El país que alberga a la mayor cantidad de compatriotas es Estados Unidos, pues allá está más del 30% que dejaron el país en busca de un mejor futuro. Incluso, con las restricciones migratorias, muchos de los que vivían en España y otros países de Europa, por la crisis económica, se han trasladado a Norteamérica.

Los peruanos que viven en otros países tratan de juntarse en comunidades que procuran mantener vivas sus tradiciones, costumbres y su amor por la patria. Así, organizan actividades, crean negocios o, simplemente, unen fuerzas para afrontar cualquier adversidad en el camino. En las redes sociales hay muchas páginas con estos fines. Allí hasta ofrecen potajes como chicharrones, juanes y tamales de chancho o de pollo. En Argentina, estas comidas las acompañan con la ‘Chola de oro’, una gaseosa creada por peruanos y que es consumida en las colonias de Buenos Aires, Mendoza o Corrientes. Esos compatriotas son puro corazón”. Mi amigo Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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