Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un delicioso lomo saltado con papitas fritas, cebollita y tomatito. Para calmar la sed, pidió una jarra de agua de cebada al tiempo. “María, llegó a la Redacción mi amigo, el gran periodista y marketero ayacuchano Malcom Mendocha. ‘Gary -me dijo-, como promotor del sello Fania, tuve la fortuna de presentar a la prensa al ‘Poeta de la salsa’, . Llegó acompañado de otro ‘monstruo’ de la música brava, el genial Willie Colón, para anunciar el álbum ‘Siembra’, que incluía ‘¡Pedro Navaja!’. El jovial cantautor panameño, luciendo una frondosa cabellera y bigotes, me dijo: ‘¡Epa, Malcom! Moría por conocer la milenaria tierra inca y su gente sabrosa. ¡Echa pa’lante’.

Vistiendo un brillante saco y chaleco negro, Rubén Blades me contó que asumió el legado de su padre, un gran percusionista, y de su mamá Anoland, pianista cubana. Curioso pregunté: ‘¿Cómo llegaste al templo de la salsa?’ Levantó la mirada y con voz entrecortada me dijo: ‘Mi alma hecha pentagrama tocó la puerta de Fania Records y me llené de swing. Empecé como conserje, llevando incontables correspondencias’. Hasta que apareció el legendario Ray Barreto y lo subió a un escenario.

Le invité tejas iqueñas y quedó encantado. Rubén Blades comentó con nostalgia que su abuela intelectual, Emma, le enseñó a leer e inculcó el sentido de la justicia. Así entendí al abogado, que haciendo sociedad perfecta con el ‘Malo de Bronx’, se encumbraron al ritmo de ‘Maestra vida’.

Lo sorprendí poniendo en sus manos un casete con ‘Joyas criollas’, entre ellas, el vals ‘Todos vuelven’, inspiración del periodista César Miró, en la voz de nuestra reina Jesús Vásquez. Quién lo diría después, ¡lo grabó!, encabezando su disco ‘Buscando América’.

Como escritor de esquina Rubén Blades recogió el cariño popular y se abrió paso con narrativas sociales, de encendidos idilios y al compás de su orquesta, ‘Los seis del Solar’, encandiló con ‘Decisiones’.

El Perú lo adoptó, cultivando entrañables amigos como el ‘Dr. Saravá’. Con dolor se inclinó ante el féretro del querido ‘Zambo’ Cavero. Conmovido susurró: ‘Mi brother dejó su barrio y subió a la gloria de Dios’.

Estoy seguro que en su despedida del 22, en el Estadio Nacional, Rubén Blades habrá un rumbón por tantas alegrías impagables”. Pucha, el señor Malcom siempre aparece en la foto con grandes personajes. Me voy, cuídense.

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