Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un tacu tacu de arroz con frejoles y un seco de res suavecito, con rocoto molido y un juego de piña friecito. “María, ayer conversábamos de los tóxicos y nos quedamos cortos acerca de lo que las personas deben hacer para no verse involucradas con alguien que solo hace daño y provoca sufrimientos. A continuación, algunos más:

No apurarse para iniciar una relación amorosa. Es importante conocer bien a la persona que te interesa, sus costumbres, manera de pensar. Hay que asegurarse de que no se trata de alguien celosa y posesiva.

Valora la opinión de tus padres y mejores amigos acerca de lo que sienten y piensan de la persona que te interesa. Si no tienen buenas vibras, si no les cae muy bien, podría haber un problema que tú no estás viendo. Analiza con seriedad si te conviene seguir adelante.

Al celoso se le reconoce, porque exige ser el centro de tu mundo, pretende decidir con quién sales, quiere estar enterado de lo que haces las 24 horas, ridiculiza a tus amigos y hasta a tu familia, pide que confíes solo en él, te obliga a responder sus llamados, no acepta que es posesivo. De estas personas, ¡huye!

Ten cuidado con los narcisistas, pues son completamente egoístas, manipuladores y mentirosos. Son incapaces de sentir empatía, que es ponerse en los zapatos del otro. Intentarán manejar tus sentimientos y no repararán en hacerte sentir culpable, en dañarte, para lograr lo que desean.

En las relaciones tóxicas es común pasar de los momentos maravillosos a los momentos más terribles en solo minutos. Una persona con rasgos psicopáticos es capaz de ser seductora y al instante comportarse como una bestia. ¡Mucho cuidado!

Expresa a tu pareja tus temores, inquietudes, sueños, visión de la vida y expectativas. Del mismo modo, escucha a tu media naranja sin sentirte superior ni inferior, y pídele que respete tu posición.

No estés subrayando los errores de tu pareja en todo momento, pues los humanos nos equivocamos. No lo descalifiques, ni aceptes que lo hagan contigo.

Si tu pareja te deprime siempre, no te apoya, te crea inseguridades, lo mejor es que te vayas.

Peor aún, si esa persona te humilla y maltrata verbalmente, aléjate de inmediato. Las palabras pueden dañar tanto como los golpes. Los que insultan y golpean no deben ser tolerados un minuto. Denúncialos. No permanezcas al lado de alguien así por más que lo quieras con la esperanza de que cambiará, porque eso no sucederá”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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