Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante con hambre y se pidió un lomito saltado con arroz blanco graneadito, rocotito molido y una jarra de chicha morada frozen. “, la niña Jimenita, de apenas once años, desapareció el último jueves luego de ser dejada por su padre, a las 8 de la mañana, en una comisaría para que reciba sus clases de verano. Su madre fue a recogerla al mediodía y no la encontró. El viernes, a las 4:30 de la mañana, el cadáver de la pequeña fue hallado ardiendo en llamas en una calle. ¿Qué pasó? ¿Por qué antes de que terminara su clase? ¿Por qué la dejaron salir antes de que llegara su madre? ¿Cómo la convenció el asesino para que le permita llevarla en su bicicleta? Resulta que ese ‘monstruo’, pese a tener denuncias por violación y ser drogadicto, estaba libre e incluso era ‘informante’ de la policía. Es increíble que en una comisaría le tengan tanta confianza a un tipo tan peligroso. El destacado psiquiatra Martín Nizama acaba de revelar que el Perú padece de un problema de salud pública, con “una sociedad deshumanizada, enferma y violenta”. Agrega que ya no prevalecen los valores, sino los instintos, y muchos no se comportan como seres humanos, sino como bestias, basados en los impulsos y deseos. Alertó que en estos tiempos modernos, en que se está perdiendo la familia y solo prepondera el individuo, el Estado no tiene políticas de prevención. Estamos muy mal como sociedad, porque se puede venir un .

Por eso, hay que insistir una y otra vez en consejos para los padres de familia. Debemos cuidar mucho a nuestros hijos, tanto fuera como dentro de casa, especialmente si son pequeños, porque los pedófilos están al acecho hasta en Internet y se disfrazan para hacer caer en la trampa a sus víctimas. Aquí te dejo unos consejos a tomar en cuenta.

- Brinde protección y cariño a sus hijos, hágales sentir que son importantes, que mamá y papá, así estén separados, siempre estarán a su lado para cuidarlos.

- Observe su conducta. Si están tristes, distraídos, sin apetito y temerosos, es posible que sufran de depresión por problemas en el hogar. O que sean víctimas de bullying o de acoso sexual.

- Adviértales sobre los peligros, pero con paciencia, sin aburrirlos. Por ejemplo, qué hacer ante una situación de peligro, si se malogra el ascensor o frente a un asalto.

- No permita que salgan solos a la calle, siempre deben estar al cuidado de una persona adulta.

- Mantenga una fluida comunicación con sus profesores, consúlteles sobre su rendimiento escolar, su posible cambio de conducta u otros problemas.

- Si son pequeños, pídales que les permitan conocer con qué personas se contactan en las redes sociales. Si detecta a alguien sospechoso, investíguelo y, si es necesario, comunique a la policía”.

Mi amigo Gary tiene razón, debemos cuidar a nuestros hijos como si fueran una joya preciosa. Me voy, cuídense.

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