Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por sabroso arroz con pato al estilo chiclayano y papita a la huancaína con huevo duro y aceituna. Para calmar la sed pidió una jarrita de chicha morada heladita. “María, llegó a la Redacción mi amigo, el periodista y marketero ayacuchano Malcom Mendocha.

‘Gary, me mato de risa viendo a , genial comediante ancashino, durante el divertido spot de una empresa de telefonía. Está disfrazado de ‘Robin’ y exclama reiteradamente su frase célebre: ¡Me quema el chisme! Verlo ahora, tan consagrado en el mundo artístico, hace que recuerde sus duros inicios en la comicidad.

En la grabación del mítico programa ‘Risas y Salsa’, una vez me contó: ‘En mi pueblito jugaba con las ovejitas, junto a mis siete hermanos’. Acomodando su ondulado cabello, continuó: ‘Ayudaba a mi papá, un humilde zapatero, poniendo media suela y taco. Con la propina, corría a comprar obras clásicas’. En este punto, lloró de nostalgia. Y aunque no lo crean es profesor de Filosofía y Literatura.

Después nos fuimos al mercado del Callao a saborear una potente parihuela. Era tan flaco que le chocó, pero susurró: ‘Quiero estar cañón’.Una niña le invitó una vasito de gelatina y quedó paralizado mirándolo. Luego, me dijo: ‘Estaba en la ducha, en mi casita de Huaraz, cuando sucedió el terrible terremoto del 70. Del miedo, salí corriendo calato a la calle, no me daba cuenta porque tenía el barro pegado al cuerpo’. El movimiento telúrico lo llevó a Lima, donde integró el selecto Grupo de Teatro Histrión. Ahí, hizo ‘clic’ con la entrañable Analí Cabrera. En mis nocturnas rondas miraflorinas, quedé helado y contento al verlos en arrumacos. El amor había llegado a los actores entre bambalinas cuando protagonizaban el sketch ‘El Jefecito’. ‘Felpudini’, era el curioso contador y ‘Chelita’, la bella secretaria.

Una madrugada, en la avenida Larco, me confesó: ‘Hermano, me caso con Analí. La amo con toda mi alma y huesitos’. Y contra todos los pronósticos y comidillas, el matrimonio perduró años.

Saliendo del otrora ‘Especial del Humor’, trotamos por la playa, en San Miguel, junto a sus perritos, que lo jalaban como una cometa. Respirando hondo, reafirmó: ‘Me desvivo por mis mascotas, son mis hijos’. Fue operado de su aguileña nariz por un accidente. El simpático actor, con incalculable vena histriónica, ha resucitado’”. Pucha, el señor Malcom siempre aparece junto a grandes personajes de la comicidad peruana. Me voy, cuídense. 

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