Por: Miguel Ramírez
El ministro de Economía, , es uno de los más connotados economistas de América Latina. Estudió en la Pontificia Universidad Católica, tiene una maestría de la Universidad de Cambridge y un doctorado de la Universidad de Oxford. 

Alfredo Thorne es un capo en lo que hace, pero cometió un craso error que él mismo terminó reconociendo: tomó el nombre del presidente Pedro Pablo Kuczynski en una conversación, la cual fue grabada ilegalmente. Su impericia política, sus poses de autosuficiente y, por ratos, sus arranques belicosos -según descripción de sus propios allegados-, lo han puesto en la picota. Es casi un hecho que termine fuera del portafolio más importante del gabinete ministerial.

Alfredo Thorne fue grabado, como se sabe, durante . El encuentro se produjo días antes que la Contraloría decidiera sobre la millonaria adenda para la construcción del aeropuerto de Chinchero, que impulsaba el Gobierno.

Alfredo Thorne pecó de ingenuo. No se percató de que Alarcón es un funcionario astuto, formado y curtido en los peores años de la Contraloría, cuando era digitada por Vladimiro Montesinos. Alarcón llegó acompañado de su asesor. Uno de los dos habría grabado la charla. Días después, el audio fue entregado a un programa de televisión y estalló la crisis política.

Alfredo Thorne creía que estaba hablando con uno de sus subalternos. “¡Qué tal, mi querido contralor! Se puso en el ojo de la tormenta usted, ¿no? Lo he visto más angustiado que otros días”, fue lo primero que le dijo. Alarcón, habilísimo, se hizo el sorprendido: “¿Por qué? ¿Qué ha pasado?”, respondió. El ministro perdió los papeles: “Todo depende de usted. Si pasa Chinchero, nos va bien, si se baja Chinchero, nos va pero mal”.

Listo, sin mucho esfuerzo Alarcón había conseguido lo que quería: una ‘prueba’ para demostrar una supuesta presión del Gobierno para que aprobara la adenda solicitada, que días después él rechazó.

Hubo más. Según el audio, Alfredo Thorne le comentó a Alarcón que el presidente Kuczynski le había dicho que firmaría el presupuesto que estaba solicitando la Contraloría, si es que le daba su ‘promesa’ de aprobar la adenda de Chinchero.

No es la primera vez, por cierto, que Alfredo Thorne se mete en problemas por sus comentarios desafortunados. En mayo del año pasado, en plena campaña electoral, enfiló contra la entonces candidata Keiko Fujimori. “Creo que a la china se le arrugaron los ojos y no puede leer bien”, le respondió a Keiko, quien criticó un documento elaborado por él mismo.

Meses después, Alfredo Thorne apenas asumió la cartera de Economía, atacó a la ex primera dama, Nadine Heredia. La acusó de haber colocado en el MEF a gente de su confianza que le rendían cuentas a ella. Cuando le pidieron pruebas, dijo que no las tenía.

Pase lo que pase, la crisis debe acabar. Nos vemos el otro martes.

NOTICIAS SUGERIDAS

Contenido GEC