restó importancia este lunes a la oferta surcoreana de un diálogo militar con , alegando que la prioridad debería ser aumentar la presión sobre Pyongyang con nuevas sanciones.

"No es tiempo de diálogo. Es tiempo de presionar" a Corea del Norte, dijo el portavoz del ministerio japonés de Relaciones Exteriores, Norio Maruyama, a periodistas en Nueva York, donde el ministro de Relaciones Exteriores, Fumio Kishida, participa de una reunión de la ONU sobre desarrollo.

"Es tiempo de aumentar la presión con el propósito de llegar a un diálogo serio", afirmó Maruyama.

El ministerio surcoreano de Defensa propuso una reunión a realizarse el viernes en la localidad fronteriza de Panmunjom para reducir las tensiones después de que Pyongyang probara su primer misil balístico intercontinental. Si la reunión tiene finalmente lugar sería el primer diálogo intercoreano desde diciembre de 2015.

La oferta Corea del Sur fue realizada en momentos en que Estados Unidos se encuentra atrapado en difíciles negociaciones con China en Naciones Unidas sobre una resolución que contempla nuevas sanciones contra Pyongyang en respuesta al ensayo del misil intercontinental.

Las sanciones más estrictas podrían incluir un embargo petrolero, la prohibición de que los norcoreanos trabajen en el exterior y de que barcos norcoreanos ingresen a cualquier puerto junto a restricciones comerciales más duras.

Japón apoya la aprobación de nuevas sanciones, pero también considera que Rusia y China deben hacer más para aplicar enteramente las sanciones económicas contra Corea que ya están vigentes.

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