Y llegamos a diciembre, mes en que todo se resume a y Año Nuevo. Para muchos, mes de la felicidad y el amor, pues las reuniones familiares y de amigos se multiplican. Se creería que el terror se ausenta durante esta temporada, pero no sucede lo mismo en todo el mundo.

En Austria las luces de estas fiestas proyectan la sombra de un nombre que despierta más de un escalofrío: Krampus. ¿Qué es y por qué existe este monstruo? Aquí te contamos una historia de Navidad.

Cada 6 de diciembre, los niños austríacos celebran la llegada de Nikolaus (San Nicolás), una figura similar a la de Papá Noel, que trae regalos a aquellos que se han portado bien.

Si han sido buenos llena las botas de los más pequeños de la casa de dulces, mandarinas, galletas y un San Nicolás de chocolate. Pero claro, no todos se han portado bien antes de Navidad. 

CONTRA LOS NIÑOS
La víspera del día de San Nicolás es el momento del Krampus. La noche anterior a los regalos este monstruo, mitad cabra mitad demonio, se echa a las calles para recordar con azotes a los más pequeños de la casa que comportarse mal tiene consecuencias.

La tradición describe al Krampus como una enorme bestia con el cuerpo cubierto con un denso pelaje, un par de cuernos, ojos saltones y una terrorífica boca con dientes afilados, llena de sangre de la que sale una larga lengua.

La leyenda cuenta que Krampus ataba a los niños con cadenas, los apaleaba y los arrastraba al infierno.

El relato ha ido dulcificándose con el paso del tiempo y el monstruo se ha convertido en uno de los protagonistas de la Navidad en muchas zonas de Europa Central.

El demonio tiene su propio espectáculo, los "Krampusläufe" (cabalgatas de Krampus), que comienzan a celebrarse en toda Austria a finales de noviembre, un terrorífico espectáculo salido de las más oscuras pesadillas.

Antes siquiera de que aparezca el grupo de monstruos, una densa humareda y el ruido de cadenas, cencerros y cacerolas anuncian el inicio del espectáculo.

Desde la niebla emergen los cuernos y diabólicas máscaras de los Krampus, que, con el inestable andar de su pezuñas de cabra, salen a la caza de los traviesos entre gritos y danzas salvajes.

Armados con ramas de abedul, estos monstruos azotan a aquellos que se han comportado mal antes de Navidad, mientras saludan, inofensivos, a otros niños que presencian sus escalofriantes procesiones.

Aunque pueda parecer extraño, algunos niños no solo no tienen miedo al demonio, sino que acuden a estos espectáculos con caretas del Krampus y pequeñas ramas de abedul.

TAMBIÉN LO PROHIBIERON

Durante largos períodos de tiempo la tradición del Krampus estuvo prohibida en Austria.

Primero por la Iglesia Católica por su origen pagano y después durante el Tercer Reich, ya que el nazismo consideraba que era una festividad promovida por los socialdemócratas.

Krampus, según algunos estudiosos, proviene de la mitología germánica, para otros es una figura pagana alpina, y su nombre puede proceder de uno de los nombres del alemán medieval para garra.

En cualquier caso, es una figura salvaje que existe también en otras mitologías, como los faunos o los sátiros de la griega.

Esta tradición ha ido recuperando la popularidad y se ha extendido a otros puntos del globo.

Krampus fue uno de los protagonistas de la Navidad de 2015, cuando Hollywood tomó la tradición centroeuropea para convertirla en fenómeno mundial.

La película "Krampus: Maldita Navidad" se coló en los cines y dio a conocer al monstruo con dosis de terror y humor mientras hacía una feroz crítica al consumismo navideño.

Texto: EFE

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