Los son terribles, pero más nefastas son las consecuencias que puedan acarrear. Así se pudo ver recientemente en cuando una adolescente embargada por la ira y la venganza decidió desfigurar a una compañera de clase.

Emily Bowen de 18 años no podía procesar el hecho de que su ex novio estaba saliendo con una de sus compañeras de clase, Molly Young. Es así que decidió idear un macabro plan para vengarse de ambos.

La adolescente colocó una fórmula que contenía un 91% de ácido sulfúrico en el estuche donde Molly guardaba su viola. Cuando la joven sacó su instrumento, sintió un olor muy desagradable y de inmediato vino el dolor. El líquido comenzó a escurrir entre sus piernas causándole serias quemaduras y la desintegración de las extremidades.

Varios testigos declararon haber visto a Emily entrar a la sala de música instantes antes del incidente. Asimismo, las investigaciones encontraron que en el celular de la agresora habían búsquedas relacionadas con ataques con ácido y cómo otros autores habían sido descubiertos.

Por su parte, Molly dijo a la Corte de Edimburgo que tuvo que someterse a varias cirugías plásticas para recuperar la forma de sus piernas, según consignó la BBC. ‘Se trató de un ataque completamente perverso’, aseguró el fiscal del caso.

Finalmente, tras el juicio, Emily Bowen fue condenada a 21 meses de cárcel. Asimismo tiene prohibido acercarse u contactarse con Molly Young por un plazo de cinco años.

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