“Bohemian Rhapsody” cuenta con cinco nominaciones para los Premios Oscar 2019. (Foto: AP)
“Bohemian Rhapsody” cuenta con cinco nominaciones para los Premios Oscar 2019. (Foto: AP)

Por Mauricio Chereque 

Bohemian Rhapsody” trata sobre la vida del excéntrico vocalista de Queen, Freddie Mercury quien con su presencia escénica y única voz logró alcanzar a millones con un repertorio musical variado que continúa vigente a 26 años de su muerte.

El filme se construye en base a un esquema narrativo tradicional para este tipo de cintas: surgimiento desde el anonimato y víctima de la discriminación por sus orígenes, primeros hits, inducción a las drogas y la frivolidad de la fama, hasta la reconciliación consigo mismo y sus seres queridos.

En esa línea, los actores y sus similitudes físicas con los integrantes de Queen ―Gwilym Lee (especialmente), Ben Hardy y Joseph Mazzello como Brian May, Roger Taylor y John Deacon, respectivamente― son los pilares de la verosimilitud de la cinta. Sus interpretaciones le permiten al espectador introducirse en la rutina creativa de una banda cuya alma y energía provenían del propio Freddie Mercury― memorable actuación de Rami Malek―, como se puede ver en la reinterpretación del Live Aid en 1985.

Aciertos
La cinta funciona, en gran parte, por la fuerza de su protagonista. Rami Malek se mimetiza en la figura de Freddie Mercury y elabora a un personaje sensible, ansioso, desencajado y en busca de un ser amado y de ser tomado en cuenta por sus seres queridos.

Es igualmente notable la química que la película muestra entre Mercury y Mary Austin ―Lucy Boynton―, pues logran retratar una relación genuina y sensible, a través de las distintas etapas de la vida de ambos personajes.

Imposible no destacar el nutrido soundtrack que acompaña “Bohemian Rhapsody”, desde los inicios de la banda hasta su consolidación; desde sus baladas más sentidas hasta sus incursiones en el hard rock. En ese sentido, el repertorio elegido logra mimetizarse con la película en cada momento y con cada escena importante.

Puntos Débiles
Bohemian Rhapsody” altera el orden de hechos cronológicos reales con la finalidad de adecuarlos para que funcione mejor la trama. En esa línea, el diagnóstico de VIH positivo previo al Live Aid de 1985, aproxima al espectador con el protagonista, pero altera mucho los hechos reales que el filme intenta retratar.

Con esta alteración cronológica no solo se omite de manera descarada los últimos dos discos de Queen y las últimas presentaciones de Mercury en Wembley (1986), sino que se elude mostrar al personaje haciéndole frente a la enfermedad que padecía componiendo y creando música hasta sus últimos días.

Otro punto débil de la película son los agujeros existentes en la historia: se prescinde de una introducción del bajista John Deacon, se habla de canciones no incluidas en la cinta, y, sobre todo, se da a entender que Freddie fue el único en buscar una carrera como solista y que le fue mal en la misma, cuando tanto Brian May como Roger Taylor habían emprendido proyectos en solitario antes que Mercury.

Finalmente, la relación entre Freddie y Jim Hutton es retratada como una mera caricatura, y por conveniencia, el guión los reencuentra justo antes del Live Aid, ahorrándose explicaciones necesarias para hacerle justicia a quien fuera la pareja estable del protagonista en sus últimos años.

Pese a todo ello “Bohemian Rhapsody” es una celebración de Freddie Mercury y de Queen que logra su cometido: recordar a uno de los mejores showmans de la historia, su producción musical y su vida vivida al límite buscando ser amado.

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