Durante el embarazo una ecografía es más que la primera imagen de tu bebé. Es un procedimiento que brinda imágenes de tan alta calidad que incluso pueden verse escenas del en alta definición y a full color, lo cual proporciona información útil al médico y a la vez es estimulante para los padres.

“La ecografía permite determinar si el ritmo de crecimiento del feto es normal. También se usa para registrar el latido cardiaco o los movimientos respiratorios. Además, nos ayuda a detectar embarazos múltiples y a identificar si hay anomalías congénitas”, señala Rafael Ascenzo Aparicio, director de la Clínica Miraflores.

IMÁGENES MÁS CLARAS
Así como ocurre con los celulares, las ecografías siguen mejorando a un ritmo acelerado. La ciencia ya ha superado la definición y rapidez que mostraban los ecógrafos 3D y 4D y ahora ya contamos con la nueva ecografía 6D, que permite ver al feto con mucha más claridad y velocidad que antes. Y lo mejor es que ya se pueden ver las imágenes desde un smartphone y compartirlas con quien queramos.

“La precisión es superior al de otros equipos. Ya podemos evaluar con minuciosidad el corazón y el cerebro fetal, que son órganos complejos de estudio. Con ello, descartamos malformaciones con mucha más anticipación”, revela el especialista.

Esta nueva tecnología también permite navegar en una sucesión de capas por toda la anatomía fetal y ayuda a detectar si hay falta de oxígeno o nutrientes, para así evitar el sufrimiento del bebé.

“Pero no solo es eso. También se pueden detectar con precisión fibromas, quistes, adherencias y otros males que pueden perjudicar el embarazo. Esta tecnología está cambiando el diagnóstico y estudio en el embarazo”, finaliza Ascenzo.

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