Hay muchos personajes en este que quedarán en la memoria, uno de ellos no es un futbolista, sino Michael Uriol Acuña, el pequeño de cinco años que desde San Juan de Lurigancho ) sorprendió a todo el Perú por su gran parecido a. Tanta es la semejanza entre ellos que el volante de la selección peruana no se conformó con conocerlo únicamente por las redes sociales, donde la imagen del pequeño se viralizó. Fue a visitarlo hasta su casa y Trome también llegó al distrito más grande de Lima para que el pequeño Michael cuente su experiencia.

“Le dije: ‘Orejitas Flores, quería conocerte’. Me pidió que me portara bien y siempre le haga caso a mi mamá. Además, firmó mi camiseta”, relata el pequeño al que ahora han apodado como el ‘Mini orejitas’. Aunque, por su edad, le es imposible verbalizar cada una de sus emociones, hay un gesto tierno con el que Michael se roba los corazones de todos y dibuja una sonrisa: ponerse las manos en las orejas, como lo hacecuando celebra un gol. Nadie le enseñó esa expresión, fue ocurrencia suya.

La madre del pequeño, Ángela Acuña, dice que todo el mundo le comentaba el parecido de su hijo con el futbolista profesional. “Yo no lo conocía hasta que empezó el y sí, me hace mucha gracia todo lo que está pasando. Lo primero que hizo Michael, al ver al seleccionado peruano, fue correr y abrazarlo. Solo quiero agradecer el cariño que la gente le da a mi hijo con un abrazo o un presente, hasta le piden fotos y selfies. Yo trabajo en un restaurante en y muchas personas han llegado hasta allá solo para conocer a mi pequeño”, cuenta.

PURA TERNURA
Michael es el más pequeño en su nido. Allí se divierte jugando fútbol con sus amigos. Le gusta mucho dominar el balón como su ídolo y cada día aprende algo. Esta tarde, por ejemplo, su mami le enseñó a hacer cabecitas. La alegría que siente Michael cuando toca la pelota es indescriptible y al verlo vistiendo la camiseta, hace pensar que podría convertirse en una promesa del balompié.

“He visto que tiene talento para el fútbol y se divierte haciéndolo. Ojalá ese sea el trabajo que elija cuando crezca. Me voy a convertir en la ‘Doña Peta’ del futuro. Aunque hace poco lloró mucho porque se perdió su perrito y dijo que quería ser veterinario”, afirma riendo su mamita.

Nada le quita la sonrisa a Michael, quien va puliendo su talento todos los días. Por el momento, se ha vuelto un experto imitando el gesto que hizo cuando le impusieron una tarjeta amarilla en el partido Perú vs Francia. Para el pequeño, todo es motivo de alegría y para quienes se encuentran a su alrededor, también. (Samantha Aguilar)

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