Preocupado por la situación de los callejeros que abundan en las calles, a Alberto Ramírez (27) se le ocurrió una idea: colocar un dispensador de comida y agua en la puerta de una pastelería, ubicada en la avenida Dos de Octubre, Mz. I lote 22, en

Ha transcurrido un mes y este dispositivo de madera, que él mismo mandó a construir basado en un diseño que vio en Internet, es todo un éxito.

“Decidimos colocar el dispensador en este lugar por dos razones: primero, porque tengo apoyo del dueño del local, Orlando Soto, quien me ayuda diariamente a llenar con comida los envases de madera y, segundo, porque a menos de una cuadra hay un puesto de serenazgo que brinda seguridad en esta zona”, indica.

SOLIDARIO
Este joven solidario es miembro de ‘, una empresa de responsabilidad social que vende cuadernos a través de internet.
“Con lo que se recauda de la venta de estos cuadernos se manda a fabricar los dispensadores de madera y se compra una bolsa de comida de 25 kilos”, añade. Señala que pronto estos repartidores estarán en otros puntos del distrito y en Magdalena.

La finalidad de esta iniciativa, dice Ramírez, es poder censar a los animales que viven en la calle, brindarles cobijo y darlos en adopción. La idea también es realizar campañas de esterilización.

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