Jair Bolsonaro sería el nuevo presidente de Brasil. (Fotos: Agencias)
Jair Bolsonaro

De acuerdo al conteo rápido, el diputado ultraderechista Jair Bolsonaro, candidato del Partido Social Liberal (PSL), sería el virtual presidente de  con un 48,12 % de los votos válidos, tras haberse escrutado un 72 % del total, según los últimos datos oficiales.

Los resultados del Tribunal Superior Electoral (TSE) sitúan en segundo lugar al socialista Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT) y que, con un 26,97 % de los sufragios válidos, tiene lo suficiente por ahora para llevarlo a disputar una segunda vuelta el 28 de octubre próximo frente al ultraderechista.

Jair Bolsonaro tendrá que asumir que las cuentas públicas acumularon en los últimos doce meses hasta agosto un déficit nominal de unos 503.000 millones de reales (unos 123.200 millones de dólares), equivalente al 7,45 % del PIB.

Ese enorme saldo negativo provocó un aumento exponencial de la deuda bruta del sector público, que alcanzó en agosto los 5,224 billones de reales (unos 1,280 billones de dólares), el equivalente al 77,3 % del PIB, cuando en 2014 rondaba apenas el 50 %.

Como se sabe, la principal propuesta en el programa económico de Jair Bolsonaro, coordinado por el economista Paulo Guedes -un liberal de la escuela de la Universidad de Chicago-, es la reducción de la deuda pública en un 20 % mediante privatizaciones y concesiones al sector privado.

Otra de sus prioridades es eliminar el déficit público y para ello pretende reformar el sistema de pensiones mediante la creación de un sistema paralelo de capitalización.

"Nuestro equipo económico trabaja en la reducción de la carga tributaria, en la desburocratización y en la desregulación", resumió recientemente el ultraderechista, que aclaró que defiende las privatizaciones pero no la de empresas estratégicas como la petrolera Petrobras o el Banco do Brasil.

Haddad, por el contrario, defendía la revocación de las medidas de ajuste fiscal adoptadas por el actual presidente, Michel Temer, como la congelación del aumento de los gastos públicos y la reforma laboral.

El ahijado político del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y candidato por el Partido de los Trabajadores (PT), igualmente prometía interrumpir las privatizaciones y volver a darle a Petrobras la exclusividad como operador en los ricos yacimientos del presal.

Para impulsar la economía proponía reducir los intereses, crear líneas de crédito baratas para los consumidores, retomar las obras públicas que están paralizadas e impulsar programas de incentivo a la generación de empleo con el fin de que el consumo vuelva a convertirse en el principal motor de la economía de Brasil.

En su opinión, las cuentas públicas tenderían a equilibrarse con la reducción del desempleo, ya que aumentará el número de quienes aportan al sistema de jubilaciones; con medidas contra la evasión fiscal y con una reforma tributaria que eleve lo que pagan los más ricos y que grave ganancias de empresas y de bancos.

La posibilidad de una victoria electoral de Jair Bolsonaro había llevado a la Bolsa de Sao Paulo a subir con fuerza en los últimos días y al dólar a caer, con el mercado animado con su agenda liberal y poco preocupado con su historial como defensor de la dictadura militar y sus declaraciones de tinte machista, racista y homofóbico.

"Pero creo que el mercado no está apreciándose por la posible victoria de Jair Bolsonaro, sino por la posible derrota de Haddad. Porque el mercado sabe lo que representa el PT y sus políticas económicas, a las que atribuye el elevado déficit fiscal, pero no sabe nada de Bolsonaro. Su política económica es una interrogación", dijo el analista André Perfeito, economista jefe de la corredora Spinelli.

Fuente: Agencias

tags relacionadas

NOTICIAS SUGERIDAS

Contenido GEC