Este considera que la conmoción por el suicidio de no nos debe hacer perder la perspectiva, ni nos puede arrastrar por las pasiones, a pesar de que habría que ser de piedra para no reaccionar de alguna forma ante un acontecimiento semejante. Cuando las cenizas del expresidente reposan con sus seres queridos, es hora de repasar lo que nos dejó esta Semana Santa en que, como en la antigua Jerusalén de los Santos Evangelios, hubo muerte y pasión, sobre todo mucha pasión. Así vio este columnista el comportamiento de los actores inmersos en esta semana trágica.

LA FAMILIA Y EL PUEBLO APRISTA: Todos nos sorprendimos con las reacciones en Twitter de la hija y de la pareja del fallecido hacia algunos personajes que hicieron públicas sus condolencias. Solo cuando su hija Luciana leyó su carta póstuma, recién comprendimos el por qué de esas actitudes de rechazo. En la misiva, García culpaba a ‘sus adversarios’ quienes, según él, iban a gozar el espectáculo de verlo encarcelado. Por eso, para no darles gusto ni que sus hijos asistan a ese ‘circo’, se iba a matar para ‘dejarles mi cadáver como muestra de mi desprecio’. De ahí que la reacción de los deudos es humanamente comprensible contra aquellos a los que consideraban ‘culpables’ de su muerte. También se entiende la rabia de un jovencito, su hijo Federico Danton, quien no solo perdió a su padre, sino a su maestro, ya que era un secreto a voces que García no ocultaba el objetivo de formarlo, de la forma como Haya de la Torre lo hizo a él políticamente. El espíritu de Alan debió sonreír satisfecho cuando su engreído se inscribía como aprista ante su ataúd y la masa partidaria gritó ¡¡Danton presidente!! Tenía que morir el líder para renacer reencarnado en su propio hijo.

PIRATAS DE FUNERAL: En el velorio del expresidente aparecieron como por arte de magia decenas de políticos ‘amigos’ del suicidado. Este Búho habrá nacido de noche, pero no anoche. Hubo varios que lo ignoraron en sus horas de desgracia y hasta lo llamaron ‘corrupto’ en el fragor de la campaña electoral del 2016. El más desubicado fue el que ahora tiene problemas para conservar su candidatura presidencial con la lampa. En el velorio, con poses matonescas -tal vez contagiado por la ‘guardia dorada’ del Apra que custodiaba el féretro- llegó al oportunismo de atacar al presidente Martín Vizcarra enrostrándole ‘su baja en las encuestas’. Pero lo peor fue cuando culpó a las ‘mafias del Poder Judicial’ de la fatal decisión de Alan. Y no fue el único. Varios gritaban que ‘ya no judicialice la política’, entre ellos Javier Velásquez Quesquén, cuando este enfrenta serias acusaciones de la Fiscalía de Chiclayo por el caso de ‘Los temerarios del crimen’. Este columnista vio a varios políticos buscando las cámaras y los micrófonos para llorar por el fallecido. Muchos nunca salieron a justificarlo cuando le rechazaron el asilo en la embajada de Uruguay. A ellos creo que García les dedicó un comentario en su ultima entrevista concedida a RPP: ‘Lo más terrible de nuestra patria es que un político que no tiene poder tiene enemigos ruidosos y amigos silenciosos’.

CANTEMOS ¡¡CONTIGO FISCAL!!: Este partido lo debe ganar la anticorrupción. Pienso que ahora, con mayor razón, se le debe dar todo el apoyo a los fiscales anticorrupción para que sigan con su encomiable trabajo. Se dio un paso importantísimo con el acuerdo de colaboración de Odebrecht y miren los resultados. Luis Nava Mendiola, ‘Bandido’, viajó a Estados Unidos -dizque para un chequeo médico-, pero el fiscal Rafael Vela ha señalado que pretendió transferir los fondos de sus cuentas en Perú a Estados Unidos. ‘Eso quiere decir que no piensa regresar’. Ya congelaron sus cuentas por más de trescientos mil soles, pero hay otros involucrados en esta red de corrupción que están rogando que, con la muerte de García, se acaben las investigaciones. Por su parte, es bueno remarcar la opinión de nuestro Premio Nobel Mario Vargas Llosa sobre este crucial tema: ‘Este es un proceso que no puede ni debe detenerse, porque de él depende que nuestro país salga por fin del subdesarrollo (..) para lo cual la existencia de un Poder Judicial independiente y honesto es esencial. Sería trágico que en la comprensible emoción que ha causado el suicidio de Alan García, la labor de aquellos jueces y fiscales se viera interrumpida y saboteada’. Más claro, ni el agua.

Apago el televisor.

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