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Este Búho es un convencido de que un periodista siempre debe estar con los ojos bien abiertos. El domingo estuve atento al River-Boca, a los resultados del referéndum y a los programas políticos de la noche. Llegué a mi casa cansado, cerca de la medianoche, pero no podía dormir. Agarré un libro que ahora está en mi cabecera y lo dejé en unos minutos. Comencé a hacer zapping en el cable y me encontré con una película que habré visto más de cinco veces, pero igual sigue llamando mi atención.

Se trata de la alucinante cinta de Adrian Lyne, ‘Atracción fatal’. Recuerdo que en su momento fue muy polémica, ya que sus protagonistas tuvieron actuaciones, valgan verdades, inolvidables. Michael Douglas, como el marido infiel Dan Gallagher, pero sobre todo la amante obsesiva y desquiciada encarnada por una notable Glenn Close, en un papel que, definitivamente, la situó como una de las villanas más malas en la historia del cine. ‘Alex’ Forrest será un estigma y una maldición para todos los mujeriegos.

¿Quién no se topó, alguna vez, con una Forrest en su vida, que amenazó tumbarse a la mala una relación oficial? Que lance la primera piedra quien diga que no. La trama es, en verdad, de una moral pacata y santurrona, de un tipo como Adrian Lyne, que hizo bodrios inverosímiles como ‘Una propuesta indecente’, donde una joven bella e inteligente como Demi Moore, rechaza la vida de lujos que le ofrece un filántropo, millonario y galán otoñal, el gran Robert Redford, para quedarse con el misio y pulgoso de su novio Woody Harrelson, el mongo que la había convencido que se acueste con el millonario de marras.

Ella lo deja y demuele habitaciones con Redford, pero después, arrepentida, regresa donde su pareja que la recibe con besos, con dos grandes cornamentas en la cabeza. La trama de ‘Atracción fatal’ puede ser sencilla: un abogado prestigioso se queda en la ciudad solo, mientras que su adorable esposa Beth (Anne Archer), en el papel de la consorte bella y comprensiva, y su preciosa hijita, se van a una casa de campo.

El esposo conoce, en una recepción, a una mujer enigmática, sensual y atrayente, ‘Alex’ Forrest, una típica vampiresa, a la que las mujeres miran con desconfianza y los hombres con lascivia (deseo). Ambos se lanzan miradas de fuego en el ágape y, luego de pocas palabras, terminan haciendo el amor a lo salvaje en el ascensor del ‘depa’ de ella. Después, en todos lados de la casa.

Con la música de ‘Madame Butterfly’, Dan y ‘Alex’ dan rienda suelta a una salvaje atracción. Ninguno sabe nada del otro, son solo dos cuerpos dispuestos a todo. Después del clímax, el abogado regresa a su hogar, pero ‘Alex’, una mujer sola, decide unilateralmente prolongar la relación, ante la negativa del abogado. Empieza a descender en los infiernos de una relación no correspondida.

Primero, invade su privacidad laboral a punta de llamadas. Pero ‘Alex’ pasa del amor al odio. La indiferencia la hará atentar contra su vida y contra la familia de Gallagher, sobre todo contra su hijita. A Glenn Close, el papel le valió una nominación al Oscar y pudo haber ganado fácilmente. Imagínense que los productores tuvieron en la lista para el papel a Kim Basinger, Michelle Pfeiffer, Meryl Streep, Farrah Fawcett, Susan Sarandon y Jamie Lee Curtis, entre otras.

Para el rol de Gallagher estuvieron en la relación Bruce Willis, Mel Gibson, Kevin Costner, Al Pacino, Robert de Niro y John Travolta. La hijita del matrimonio jugó un papel trascendental. Fue de antología su llanto cuando la madre, la esposa en histeria, bota de la casa al marido por infiel, justo frente a la niña que cargaba un unicornio. Muchos años después, Ellen Hamilton Latzen, quien hizo el papel de la pequeña, y Douglas se confesaron. ‘Michael se me acercó y comenzó a gritarme groserías e insultos. Pensé que, en verdad, me estaba botando del set y me puse a llorar como la niña que era’, reveló ella.

El actor se disculpó, diciendo que ‘era la única manera que ella lograra hacer dramática esa escena. Es que soy muy perfeccionista’. A los jóvenes que no la han visto, se las recomiendo con canchita calientita y chicha morada. Apago el televisor.

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