Martín Vizcarra descendió en un punto porcentual su aprobación y alcanza 45%. (FOTO: USI)
Martín Vizcarra

Este Búho lo que menos quiere es que nuestro querido Perú se vaya por el abismo. El mandatario tomó el toro por las astas y pidió la ‘cuestión de confianza’ al Congreso, llamando a una legislatura extraordinaria para mañana. Puso contra la pared a los fujimoristas y los alanistas. Pero me parece que el panorama del país no está como para incendiar la pradera, pues de esto pueden sacar provecho los siniestros politicastros antisistema y, lo peor, resentir la economía que había experimentado un ligero repunte. Lo sensato es que el Congreso desista en su afán suicida confrontacional con el presidente, al que ellos mismos se esforzaron en colocar en Palacio en reemplazo de PPK. Pero veamos quién es quién en este conflicto ‘confianzudo’.

MARTÍN VIZCARRA: El presidente de la República tenía al 70% de la población a su favor hasta antes de hacer pública su ‘cuestión de confianza’. Los peruanos se asquearon con los ‘audios de la vergüenza’, que desnudaron la podredumbre en nuestro sistema de justicia, donde están embarrados el actual fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, y el siniestro juez supremo suspendido César Hinostroza. El pueblo ve que solo Vizcarra se está enfrentando con firmeza a estos corruptos. Con su actitud se quitó el mote de ‘pecho frío’. Pero ojo, escuchar los consejos de sus asesores ‘kamikazes’ que buscan ‘destruir’ como sea al ‘enemigo’, tampoco es lo más aconsejable políticamente. Si el Congreso aprueba sus cuatro reformas sin desnaturalizar su esencia puede sentirse ganador, sin necesidad de llegar a una crisis con la disolución del Parlamento, con el perjuicio económico y político para el país.

KEIKO FUJIMORI: La gran culpable de que se haya llegado a esta situación límite. Se equivocó al pensar que con la mayoría del Congreso iba a manipular a Vizcarra como muñeco de ventrílocuo. No contó con el escándalo de los ‘audios de la vergüenza’, donde ella misma apareció como la ‘Señora K’ y Héctor Becerril como el ‘titiritero’ en las elecciones truchas para elegir a los miembros del Consejo Nacional de la Magistratura. Para el país, la lideresa de Fuerza Popular protege a Hinostroza y su impresentable ‘troupe’ de corruptos. El descarado blindaje al excluirla de la investigación Lava Jato en el Congreso, la hizo sentirse todopoderosa. Hoy muchos congresistas naranjas, no su grupo selecto de Lima, sino los provincianos, no quieren dejar la capital y renunciar a su curul por sus caprichitos. Fuerza Popular tiene pocas horas para enfrentar esta crisis y de ellos depende que todo se vaya al despeñadero y el electorado se lo puede hacer pagar muy caro.

ALAN-MULDER: Algunos oficialistas aseguran que ellos son la terrorífica mano que ‘mece la cuna’ del fujimorismo. Están forzándolos a renunciar a una actitud de cordura, como plantean los apristas más objetivos como Jorge del Castillo y Luciana León, que propugnan que ‘dialogando se entiende la gente’. García y Mulder buscan revertir la jugada maestra de Vizcarra que dejó en jaque al aprofujimorismo en el Congreso, con una leguleyada, salida de los impresentables abogados de Alfonso Ugarte y de algunos juristas con ambiciones políticas: ‘Si cae, el gabinete Villanueva será el primero y no procede la disolución del Congreso, porque el de Zavala era de otro Gobierno’. Increíble, ese cuento no se lo cree ni Facundo Chinguel. El gobierno de PPK no caducó, simplemente Pedro Pablo Kuczynski renunció y se fue solo. Se produjo una sucesión constitucional del mismo régimen, con el primer vicepresidente Martín Vizcarra. El Gobierno seguía siendo de Peruanos Por el Kambio. No hubo nuevo Parlamento, todo siguió igual. Nunca hubo nuevo Gobierno. No sean engañamuchachos ni recurran a leguleyadas. Las cosas claritas. Apago el televisor.

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