Este Búho abrió el periódico y me di con una noticia triste: Había muerto , la voz e imagen de aquel dúo ochentero ‘Wham!’. Pero reconozco que fue un cantante que supo trascender. Nunca olvidaré el extraordinario concierto en homenaje a Freddie Mercury en el estadio de Wembley. Después de la performance de David Bowie y Annie Lennox, interpretando ‘Under Pressure’, la mejor canción la hizo Michael con ‘Somebody to love’. 

El intérprete se mimetizó en Mercury para cantar ese tema, donde le imploraba a Dios que le diera ‘alguien a quien amar’, como creo que todos los mortales alguna vez lo hemos hecho. George Michael se murió a los 53 años y todavía las causas son un misterio, pero hay muchas especulaciones. Se va un año traumático para el mundo musical. Nos dijeron adiós Leonard Cohen, Prince y David Bowie. 

El comunicado nos da qué pensar: ‘Con gran tristeza podemos confirmar que nuestro amado hijo, hermano y amigo George Michael murió en paz en su casa durante la Navidad’, anunció su publicista. No hablan para nada de alguna enfermedad. George era hijo de un inmigrante griego con una inglesa. Georgios Kyriacos Panayiotou era su nombre real. 

A los doce años, en la escuela secundaria, George Michael encontró un camino para conseguir la fama que añoraba: conoció a un chico inteligente y seguro de sí mismo, Andrew Ridgeley. Ambos formaron un dúo que trascendió en Inglaterra con la canción ‘Wham Rap!’. De ese hit tomarían el nombre para su grupo, ‘Wham!’. 

La rompieron en 1982 con una brillante combinación de minishorts y el fabuloso toque artístico de ese muchacho, que ya se había puesto George Michael como nombre artístico. Además, fue el primer grupo pop occidental en tocar en China, increíble. En 1986 se separaron y emergió un Michael solista y recontra escandaloso. 

Su primer disco en solitario, ‘Faith’ (1987), vendió veinte millones de copias y ganó un Grammy, con éxitos como ‘I Want Your Sex’, ‘Father Figure’, ‘Kissing a Fool’ y el que le dio título al disco. El chico de los labios gordos era el nuevo ícono del pop mundial. 

George Michael hizo una gira internacional de 137 conciertos en 16 meses. Vendía una imagen sexy, con ropa negra de cuero, muy varonil. Pero después descubrió que odiaba la fama mundial que se había forjado y decidió no hacer conciertos ni videos. Entonces, empezó su locura. Sony, su disquera, le hizo un juicio que le costó siete millones de dólares.

Su vida personal estaba peor aún. Era gay y su novio, el brasileño Anselmo Feleppa, tenía Sida. George Michael se pasó dos años cuidándolo, hasta que en 1993 murió. Entonces, el cantante descendió a los infiernos. Se puso a dieta de Prozac y marihuana. 

George Michael llegó a fumar 25 ‘tronchos’ diarios, además de tabaco. Recién en 1996 sacó su tercer disco solista, ‘Older’, que no tuvo el éxito de los anteriores y para colmo murió su mamá. Después conoció a otro guapetón, su novio Kenny Goss, a decir de George, su gran amor, pero que no impidió que siga haciendo escándalos.

En 1998, un policía de civil lo arrestó por tener sexo en un baño público de Beverly Hills. Pero George Michael controló la situación astutamente, con un video arrasador, ‘Outside’, que recreaba el escándalo con ironía. En el 2004 llegó ‘Patience’, que fue aclamado por la crítica, y fue un éxito comercial y vendió más de siete millones de copias. Pero no podía con su genio. 

En 2006 la policía londinense arrestó a George Michael por posesión de drogas, y perdió su licencia de conducir. Dos años después, tuvo un nuevo arresto por el mismo motivo. En 2010, otra vez la fregó: lo metieron en cana por manejar drogado. Casi se mata en un choque con un camión. Esa vez, después de declararse culpable, tuvo que pasar cuatro semanas preso. 

George Michael siempre fue presa de la prensa sensacionalista. Se recluyó en su residencia. Recuerdo una entrevista que concedió y donde dijo: “En mi familia hay un terrible historial de depresión. Mi madre, una vez, encontró a mi padre y mi hermano con la cabeza dentro del horno de gas y uno de mis tíos se suicidó el día que nací”. Terrible confesión. Una de sus últimas fotografías lo muestra con evidente sobrepeso. Solo se supo de él, nuevamente, con su muerte. Se fue un ícono de los ochenta. Apago el televisor.

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