Keiko Fujimori: sus rostros antes de la prisión preventiva.
Keiko Fujimori: sus rostros antes de la prisión preventiva.

Este ve que con la confesión sincera de Jorge Yoshiyama, acusando a su tío Jaime Yoshiyama para ingresarlos a las arcas de la candidatura de en el 2011, se cierra el círculo y queda plenamente demostrada la tesis del fiscal sobre el delito de lavado de activos de Keiko y sus cómplices en el banquillo de los acusados. A continuación, cómo se desarrollaron los hechos de principio a fin.

YOSHIYAMA Y LA PLATA PARA KEIKO: El escándalo se desató cuando la periodista Graciela Villasís de El Comercio publicó la información de que Jorge Barata había reconocido ante los fiscales brasileños que Odebrecht, a través de su ‘Oficina de Operaciones Estructuradas’ (la caja de la ‘cutra’) entregó 1.2 millones de dólares para la campaña presidencial de Fuerza 2011, que postulaba a Keiko Fujimori como candidata ese año. Según Barata, le dio un millón de dólares -hasta describió la casa donde entregó el efectivo- a Jaime Yoshiyama y Augusto Bedoya. Jaime fue ministro en el gobierno de Alberto Fujimori y también candidato perdedor a la alcaldía por el fujimorismo, y en ese momento era secretario general de Fuerza 2011, jefe de campaña y brazo derecho de su ‘sobrina’ Keiko. El roche había sido destapado.

KEIKO Y SU ‘TÍO’ MUEREN NEGADOS: El 11 de marzo de este año, ya puesto a buen recaudo en Estados Unidos, Yoshiyama negó rotundamente ‘haber recibido 500 mil o un millón de Odebrecht’, pues en la agenda de Marcelo Odebrecht se anotó: ‘500 (mil) más para Keiko y hacer visita’. La lideresa de Fuerza Popular no calibraba el tremendo problema en que la habían metido las declaraciones de Barata. Ella pensaba que todo iba a quedar en ‘tu palabra (la del brasileño) contra la mía (la de Yoshiyama)’. Por eso salió muy campante a dar una conferencia de prensa donde respaldó a su ‘tío’ y a Bedoya, y fustigó las declaraciones de Barata. Nunca imaginó que el fiscal José Domingo Pérez iba a llegar a la verdad ‘siguiendo la ruta del dinero’.

LOS ‘FANTASMAS’ QUE TUMBARON A KEIKO:
La gran tarea de la Fiscalía fue confrontar a una gran masa de aportantes de dinero para la campaña del 2011. Descubrieron que muchos no tenían los medios económicos para desembolsar 10 mil o 20 mil dólares. Cuando la Fiscalía pidió prisión para un numeroso grupo de ‘aportantes fantasmas’, se desató el escándalo. Uno de los personajes claves fue Patricia Coppero del Valle (48), quien aterrada por la orden de detención que pesaba sobre ella, decidió hablar. Aparecía como aportante con más de 70 mil soles al partido de Keiko. ‘Yo nunca vi ni un centavo. Mi exesposo, Giancarlo Bertini Vivanco, me hacía firmar unos papeles que le entregaba su gran amigo, Jorge Yoshiyama’. Lo mismo sucedió en la selva peruana. Rolando Reátegui, congresista del cogollo de Keiko, al igual que Bertini, involucró a sus familiares y amigos como ‘aportantes fantasmas’. Cuando a su esposa y otros familiares les llegó la orden de detención, se quebró porque Keiko le negó el apoyo. Relató que todo lo hizo por ayudar a su lideresa y quienes se encargaban de ordenar a dirigentes como él, para conseguir donadores ‘truchos’, eran Ana Herz y Pier Figari, por orden de Keiko.

EL SOBRINO LE HIZO EL HARAKIRI: Al declarar Jorge Yoshiyama ‘mi tío (Jaime Yoshiyama) tenía una caja fuerte en el clóset y de allí sacó cien mil dólares’, ¡al mismo estilo de Caracortada!, se derrumbó el castillo de mentiras de Keiko y los implicados. Luego los ‘mató’ contando con detalle cómo le entregaba el dinero en efectivo y los recibos elaborados por la contadora, otra Yoshiyama metida en la cochinada. Para el fiscal, esta confesión, más los testimonios de otros testigos como Reátegui, Patricia Coppero y decenas de aportantes engañados, demuestran la falta de escrúpulos de estos personajes para actuar de forma siniestra (Keiko, Ana Herz, Pier Figari, Jaime Yoshiyama, Augusto Bedoya y Vicente Silva Checa), convirtiendo en el 2011 a la cúpula del partido en una ‘lavandería’ de dinero cochino.

SE ME ‘CHISPOTEÓ’: Yoshiyama tío hunde más a la hija del ‘Chino’ cuando, como si fuera el ‘Chavo del 8’, dice a través de su abogado -porque él está a buen recaudo en Estados Unidos-: ‘Bueno, sí reconozco que recibí los aportes con esas cantidades que refiere mi sobrino, pero eran de origen lícito y de empresarios que no querían aparecer’. Un poco más y dice ‘se me chispoteó’. Apago el televisor.

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