Este se sienta frente a la televisión y observa las informaciones políticas. Analizo las revelaciones de un grandulón como y me imagino una escena sacada de la serie de Netflix, ‘House of Cards’. La pareja presidencial conformada por Frank Underwood (Kevin Spacey) y Claire Underwood (Robin Wright) disfrutaba sus momentos íntimos a medianoche, frente a la ventana de su casa, mirando el cielo oscuro, compartiendo un único cigarro, mientras planea cómo acabar con la reputación de algún rival, defenestrar un alcalde, hundir a algún empresario, tumbarse a cierto congresista con aspiraciones presidenciales, o mandar al más allá a algún desdichado. Ellos preferían siniestrar antes que hacer el amor. La más controversial pareja presidencial peruana de los últimos tiempos, conformada por (‘capitán Carlos’) y (‘La jefa’) también tenía sus horas de momentos íntimos... en Paracas ¡¡invitados por Belaunde Lossio!! Eran otros tiempos en que el ‘grandulón’ hacía de chaperón perfecto de la futura pareja presidencial.

El lobbista, actualmente acusado por delitos de corrupción, evocó esos momentos en su voluntaria declaración a la Comisión Lava Jato del Congreso. “En el 2006 yo les presenté a Jorge Barata, fue en la casa del congresista Álvaro Gutiérrez, en Camacho”. Gutiérrez, para más señas, era el ‘mecenas’ de los Humala en aquella elección que perdió frente a Alan García. Después se peleó con Nadine, a la que acusó de no devolverle la camioneta cuatro por cuatro que Ollanta usaba para la campaña. Además, Gutiérrez se puso celoso por el poder que ejercía Heredia ante la bancada nacionalista. El final de esa disputa fue desgraciado para Nadine, pues el arequipeño, años después, le asestó una despechada venganza: se consiguió las tristemente célebres ‘Agendas’, que sustrajo una empleada y por la cuales la exprimera dama afronta gravísimas acusaciones.

No cabe duda que Ollanta y Nadine bien podían haber filmado una serie para Netflix, ‘Durmiendo con el enemigo’, con Belaunde Lossio como galán y Gutiérrez como ‘el resentido’. Pero el exasesor dijo más y reveló que ‘los terrenos que tiene la hermana de Ollanta, Ivoska, en Urubamba, son de Nadine’. Eso no fue todo, también señaló: “Yo, en el 2005, entregué 400 mil dólares de Odebrecht para la campaña a Nadine y su hermano Ilan en una oficina del nacionalismo en San Borja”. Pero desde Brasil, Jorge Barata negó lo dicho por el deslenguado lobbista, afirmando que no lo conoce ni en pelea de perros. Reconoció haber entregado tres millones de dólares para la campaña nacionalista, pero agregó: ‘no conocí ni menos entregué 400 mil dólares a Belaunde Lossio’. ¿Quién miente? ¿Podrá probar tan graves acusaciones o solo quiere ‘limpiarse’ de tanta inmundicia por el caso ‘La Centralita’ de Áncash, con ‘La bestia’ César Álvarez y su ola de corrupción y asesinatos? Esta serie de Ollanta y Nadine, con personajes como el grandulón, Barata, la Comisión Lava Jato, tiene para varias temporadas misma ‘House of Cards’.

Hay otro tema que llama mi atención. El ‘affaire’ del ministro ‘chuponeado’ y el contralor ha originado que en ‘Polvos Azules’ vuelen los DVD de las clásicas películas sobre espías e interceptaciones telefónicas como ‘La conversación’, de Francis Ford Coppola, y ‘Todos los hombres del presidente’ sobre el caso Watergate. El vil chuponeo, por el que un desaforado, casi al borde del histerismo, Carlos Bruce llamó sinvergüenza al contralor, nos permitió escuchar a otro Thorne. No el ilustre economista, con estudios en Inglaterra. No, esa voz no era de un ministro en impecable terno, esa voz parecía provenir de un extorsionador. Hablaba con ironía, poniendo como un ‘premio’ la partida adicional de 13 millones que necesitaba la Contraloría para cumplir mejor su trabajo, solo si esta institución no ponía reparos a la adenda para la construcción del aeropuerto de Chinchero (Cusco). ‘El presidente la firma’, todavía se atrevió a afirmar el ministro, comprometiendo en ese chantaje a PPK. Lo que la opinión pública no entiende es cómo Thorne, en vez de dar una imagen de un ministro preocupado por tratar de reactivar la economía, está metiéndose en conciliábulos que pueden interpretarse hasta como ‘ayudaditas’ a determinado consorcio. En otras palabras, un lobbie. Por esta razón, ha logrado unificar a perro, pericote y gato en el Congreso, es decir a Fuerza Popular, Frente Amplio, Apra y hasta Yeni ‘sin bancada’ Vilcatoma fue más allá y pidió su renuncia y que se le denuncie por ‘colusión’. ‘Vitocho’ García Belaunde fue más enfático y calificó el audio como ‘nauseabundo’. Apago el televisor.

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