Este piensa que ahora, quienes se oponían histéricamente al convenio de colaboración eficaz de los fiscales peruanos con los ejecutivos de Odebrecht, hoy deben estar dándose contra la pared, al comprobarse que está dando sus frutos. La empresa brasileña, luego de hacer un ‘buceo’ en sus servidores informáticos, reveló que Aquí, les explicamos cómo se realizó esta sucia operación, que puede llevar al hombre de confianza de Alan a una prisión preliminar.

UNA LAVANDERÍA DE PELÍCULA: La Fiscalía logró desenmarañar una intrincada cadena de depósitos a empresas creadas en paraísos fiscales para llegar a una conclusión: el dinero sucio de Odebrecht para sobornos y coimas era movido por la tristemente célebre ‘offshore’ llamada ‘Klienfeld Services Limited’ (utilizada así según el ‘Pope’ Marcelo O. en ‘honor’ al apellido del abogado mafioso de Al Pacino en el filme ‘Carlito’s Way’, que interpretó Sean Penn), que depositó 1.3 millones en el banco de Andorra a otra ‘offshore’, la de César Atala, amigo de Alan García y exvicepresidente de PetroPerú, quien de allí se los transfirió a Luis Nava. Los pagos, según Odebrecht, fueron cargados al proyecto Metro Lima Línea 1.

¿QUIÉNES SON ‘CHALÁN’ Y ‘BANDIDO’? Los registros de la caja ‘cutrera’, la Número 2 de los brasileños, por obvias razones no consignan nombres de los ‘beneficiarios’ de sus coimas, sino ‘chapas’ o ‘alias’ que solo conocen y son guardadas en otros archivos por los ‘bravos’ de la empresa. Los brasileños indicaron que ‘Chalán’ era Luis Nava Guibert, porque es de Trujillo y se vestía como ‘Chalán’ en reuniones, y ‘Bandido’, su hijo Luis Nava Mendiola. La Fiscalía pidió impedimento de salida para los dos, pero un juez dilató, sospechosamente, el trámite y el hijo compró su pasaje en el aeropuerto desde donde fugó a Miami, demostrando que le caía a pelo su apelativo.

LA RUTA DEL DINERO: Los de Odebrecht revelaron a la fiscal Giovanna Mori, que fueron cinco los depósitos que llegaron de su ‘Kleinfeld’ para ‘Chalán’ Nava a través de Atala, quien sencillamente era el ‘testaferro’, y otros 19 se le pagaron de la Caja 2 de la cutra, de los cuales seis estuvieron derivados al proyecto de la Interoceánica Sur. Mientras que 400 mil dólares se entregaron, entre enero y octubre del 2010, a José Antonio ‘Bandido’ Nava por orden expresa de Jorge Barata, y todos cargados al Proyecto Metro Lima.

¿PARA QUIÉN ERA EN REALIDAD EL DINERO?: Nava Guibert, aprista, fundó su empresa de servicios de transporte ‘Don Reina’ y luego de que Alan García lo nombrara secretario de Palacio, entregó las riendas a su hijo José Antonio, y como por arte de magia llegaron a facturar de Odebrecht 24 millones de dólares en los proyectos de la constructora, como Metro de Lima, Interoceánica Sur, entre otros jugosos contratos. Pero, ¿por qué Odebrecht le entregó 4.2 millones de dólares a Nava Guibert si por su cargo no tenía ninguna injerencia en el Poder Ejecutivo sobre estos proyectos? Los fiscales no lo revelan, pero estarían trabajando la hipótesis de que ese dinero camuflado, en tan intrínseca maraña de lavandería, tenía como destino un personaje de un nivel mucho más alto que el de Nava, y también que el de Jorge Cuba y Edwin ‘Pulgoso’ Luyo. Un personaje que se cuidó muy bien de no aparecer ni tocar, todavía, el billetón. ¿Y el presidente García Pérez, en esa época en que estos ‘bandidos’ recibían millonarias coimas no sabía nada, no se enteraba de nada? Los fiscales manejan una hipótesis que mantienen bajo siete llaves, pero apuntaría a Alan. Por algo los periodistas no se despegan de su casa de Miraflores, por el rumor de una posible prisión preventiva en su contra. Pero me quedé corto, mañana continúo.

Apago el televisor.

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