El presidente Martín Vizcarra promulgó cuatro de las seis leyes de la reforma política. (Foto: GEC)
El presidente Martín Vizcarra promulgó cuatro de las seis leyes de la reforma política. (Foto: GEC)

Este Búho ve el panorama político más movido que Kike Suero saliendo con el canto de los gallos del tono de ‘Chiquito’, en Lima Norte, donde se vaciaron varios toneles de trepadora ‘cachina’ llegada de Ica. Por eso agarro mi ‘espada del augurio’ de ‘Los Thundercats’ para que me permita ver más allá de lo evidente’ en estos ‘picotazos’ que tanto reclaman mis lectores.

LA SOLEDAD DEL PODER: Este columnista es consciente de que los problemas del presidente Martín Vizcarra comenzaron cuando la mayoría aprofujimorista, enquistada en el Congreso, le declaró la guerra. El sano impulso del moqueguano de apoyar con todo una cruzada anticorrupción con algunos fiscales y jueces probos y valientes, le generó la tirria y la hostilidad total de la mayoría congresal, que busca tumbarlo. Pero eso no esconde que a estas alturas del partido, el mandatario, en la soledad del poder, está ‘tirando la toalla’. Ese slogan de ‘Nos vamos todos’ me sabe a que se siente incapaz de gobernar y tomar el toro por las astas, y que el sillón presidencial le quedó grande. El darle la espalda a los graves problemas que hay en el país, solo porque el Congreso le es hostil, no es la postura de un estadista.

‘JUNTOS PERO NO REVUELTOS’: Cuando vi el video del encuentro entre el jefe de Estado y el presidente del Congreso, Pedro ‘Picapiedra’ Olaechea, en una especie de foto para la prensa, me imaginé que en vez de ser de carne y hueso, se habían convertido en esas recordadas hilarantes marionetas del segmento de ATV ‘Juntos pero no revueltos’, que imitaban a políticos de moda como Alan, ‘Popy’ o Belaunde. Sobre todo Olaechea, porque mientras se reunía con Vizcarra y aseguraba que apoyaba para la agenda el adelanto de elecciones; en el Parlamento, su supuesto territorio, Rosa Bartra rechazaba establecer un cronograma para debatir la reforma constitucional y la ‘mayoría’ colocaba al Pleno en una vergonzosa suerte de ‘Inquisición’, que dedicaba valioso tiempo en ‘castigar’ con la hoguera de la suspensión a Daniel Salaverry y Yesenia Ponce, entre otros. Entonces, ¿cómo queda don Pedro? Pues como un títere, un político que fue a esa reunión para lavarle la cara a un Congreso despreciado por el pueblo.

UNIVERSIDADES ‘TRUCHAS’: Desde que fue instalada, la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) se ha dedicado a denunciar a universidades ‘truchas’ estafadoras de estudiantes, a centros de estudios superiores fantasmas, a instituciones que traficaban con notas, títulos y hasta contaban con planas de docentes ‘falsos’. Por ello, la comunidad de padres de familia de todo el país está muy agradecida con esta institución que busca elevar el nivel académico de la educación superior universitaria. Por supuesto que este trabajo le generó enemigos poderosos: las mafias enquistadas en las universidades ‘bambas’, las que mueven millones de dólares esquilando a los alumnos y tienen sus ‘topos’ en el Congreso, pues hay varios parlamentarios que les hacen ‘lobbies’. Increíble.

CANDIDATO DEL DIABLO: Daniel Salaverry, antes que lo suspendieran por 120 días del Congreso, se dio un baño de vanidad cuando las bases del partido ‘Vamos Perú’, del exalcalde del Callao, el controvertido Juan Sotomayor, lo recibieron en un evento con unas significativas consignas: ¡Se siente, se siente, Daniel presidente! Con el orgullo al máximo, el expresidente del Parlamento anunció que ‘voy a emprender con mi amigo Sotomayor un nuevo proyecto político’. Sotomayor fue más entusiasta todavía: ‘Estoy seguro de que con el trabajo de las bases en todo el país, vamos a ganar y Daniel será el próximo presidente del Perú’. Pero un día después, los medios de comunicación informaron que el exalcalde chalaco tiene 92 investigaciones por lavado de activos, estafa y abuso de autoridad. La mayoría de las denuncias que afronta se plantearon cuando era alcalde del Callao y otras, cuando era burgomaestre de Bellavista. Ante tanto roche, el flamante y fugaz ‘candidato’ Salaverry se apresuró en publicar un tuit: ‘Participé en ese evento como expresidente del Congreso. No soy militante ni candidato por Vamos Perú’. Qué feo, candidato por un día. Apago el televisor.

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