El llegó al restaurante por un jugoso churrasco a la inglesa con arrocito blanco y su ensalada de tomate. Para calmar la sed se pidió una jarrita de chicha morada heladita.

“María, ya no salgo tanto a trabajar de madrugada. Como Pancholón está mal de la próstata, los riñones y el hígado, me meto al ‘sobre’ temprano y veo películas en el cable. La otra noche haciendo zapping volví a ver ‘Casino’, del gran director Martin Scorsese. Él es especialista en filmes de mafiosos, como ‘Buenos muchachos’, donde actuó un gran Ray Liotta, Robert de Niro y Joe Pesci.

En ‘Casino’ se vuelve a juntar esa gran dupla De Niro-Pesci. El argumento es típico de una película de gánsteres. Sam ‘Ace’ Rothstein es un genio de las apuestas y se sabe todos los tejes y manejes de los casinos. La mafia italiana, que maneja una de las más prósperas casas de juego de Las Vegas, contrata a este ‘judío’ para que dirija el ‘Casino’ y les dé ganancias. Todo va viento en popa hasta que ‘Ace’ conoce a una bellísima estafadora, Ginger McKenna (irresistible Sharon Stone). Esta no solo es bella, sino también alcohólica, cocainómana y, para colmo, ‘trabaja’ para su ‘caficho’, Lester Diamond (James Woods), de la que está perdidamente enamorada. Pero a pesar de que la joven se sincera con ‘Ace’, cuando este le propone matrimonio y le dice ‘Yo no te amo, no te puedes casar conmigo’, el ‘judío’ piensa que ella ‘lo va a llegar a amar’.

Mientras tanto, llega a la ciudad ‘Nicky’ Santoro (Joe Pesci), enviado por los viejos mafiosos para que ‘apoye’ al judío a manejar el ‘Casino’. Pero sucede todo lo contrario, ‘Nicky’ se convierte en un dolor de cabeza para ‘Ace’, pues roba, asesina y extorsiona. Encima, cuando la relación entre el judío y su esposa se torna incontrolable, ella le sigue sacando la vuelta con su ‘caficho’, le roba dinero y joyas, se droga y se alcoholiza delante de su niña de 5 años, a quien deja amarrada para escaparse a juerguear. Y lo peor, ‘Nicky’ seduce a la esposa de su amigo. Eso, en la mafia, equivale a una condena de muerte. No cuento más, porque quiero que vean la película, María.

Pero este caso me hizo recordar al de mi amigo ‘Cachito’, de San Miguel, ‘El rey del pescado’, el hombre que le distribuía pescado fresco a todos los mercados. El cholo se enamoró como un loquito de Patty, una rubia con su plata que tenía un currículum impresionante. Mi causa se enamoró y se propuso hacerla cambiar, que se ‘plante’. Todos nos asombramos cuando anunció que se casaba con ella. ‘¿Estás loco?’, le decían. La historia es muy conocida por mi barrio, pero ya se las contaré otro día”. Pucha, me parece bien que el Chato ya no se junte tanto con Pancholón.

Me voy, cuídense.

NOTICIAS SUGERIDAS

Contenido GEC