Mi amigo Gary llegó por sus ricas chuletas de chancho con su ensalada fresca y un mate de anís tibiecito para bajar la grasita. “, los celos son la causa de muchos crímenes pasionales. El fin de semana pasado, un hombre estuvo tomando licor con su pareja y llegó un vecino. Cuando estaban ebrios, el dueño de la casa empezó a celarla con el amigo y este tuvo que irse. Luego siguió un pleito de pareja, él la golpeó y ella le clavó una cuchillada mortal. En realidad, los celos son normales y consisten en una natural preocupación por la posible pérdida del ser amado y cualquier persona puede sentirlos en algún momento. En los celos enfermizos, en cambio, la persona se cree dueña de su pareja, es muy insegura y sufre ataques de ira y pánico con la idea de ser abandonada. Y un detalle importante, la persona enferma de celos crea un rival imaginario, se obsesiona con una idea y persigue a su pareja. Le revisa sus cosas, su ropa, celular, redes sociales y otras con la idea de encontrar la ‘prueba del engaño’. Cuando los celos se vuelven patológicos (celotipia) pueden conllevar a trágicas consecuencias. Por eso el novelista y ensayista francés Marcel Proust decía que ‘los celos son una inquieta tiranía aplicada a los asuntos del amor’. Es en estos casos cuando se requiere tratamiento psicológico o psiquiátrico. Aquí te dejo unos tips para evitar llegar a este estado:

* Ten en cuenta que los celos son normales, pero si se tornan obsesivos y torturantes, se están convirtiendo en enfermizos.
* Antes que a tu pareja debes amarte a ti primero. Refuerza tu autoestima.
* Piensa que ella o él te quiere tal como eres. Si la comparación con los demás disminuye, tendrás menos propensión a sentir celos.
* Fomenta tu propia vida personal, tus aficiones y proyectos. Sé más creativo y autónomo.
* Si tienes dudas, primero cálmate y luego habla de ellas. En el amor es fundamental ser sincero y transparente.
* Fortalece el diálogo continuo, la confianza y el contacto amoroso con la pareja. Esa es tarea de dos.
* Si sientes celos, acéptalos y recapacita sobre las causas.
* Si tienes una decepción, ármate de valor y enfrenta la situación sin lastimar a nadie. Una crisis también abre oportunidades.
* No dudes en ir al psicólogo o psiquiatra si crees que lo necesitas”. Pucha, mi amigo Gary tiene mucha razón, los celos pueden ser peligrosos. Me voy apuradita, cuídense.

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