Inculca en tus hijos el hábito de estudiar
Inculca en tus hijos el hábito de estudiar

Mi amigo Gary llegó por su seco de res con frejoles, ensalada de rabanito, rocoto molido y su jarra de agua de cebada tibiecita.

“María, el apoyo que les podemos dar los padres a nuestros hijos de niños, para que puedan usar de la mejor manera su inteligencia, es fundamental en sus vidas futuras. El ambiente familiar y la actitud de los padres son decisivos en la evolución intelectual de los niños. Debemos ayudarlos a estructurar su pensamiento para que puedan desarrollar sus habilidades y destrezas.

A medida que crecen van ganando autonomía y libertad, tanto física como psíquica, pero ese avance tiene que levantarse sobre bases sólidas que deben ser construidas por los padres. Y esto solo lo conseguirán si confiamos en ellos y les permitimos entrenar dichas habilidades, mediante los estímulos que les vamos dando.

Para confiar en ellos debemos haberlos educado desde pequeños en el pensamiento reflexivo, que les otorga la capacidad de tomar conciencia sobre cuándo, cómo y dónde usar sus conocimientos. Ellos aprenden a través de la experiencia y en ese proceso los padres debemos guiarlos por caminos a los que no podrían llegar sin nuestra ayuda. Aquí te dejo algunos consejos para poder estimular la inteligencia de nuestros hijos.

  • Hazle las preguntas necesarias para que llegue a conclusiones. No se las des tú.
  • Plantéale retos que le permitan formular nuevas estrategias y salir de su zona de confort. Por ejemplo: ¿Me puedes decir cómo resolverías esto?
  • Créale experiencias de aprendizaje. Madurará si lo expones a situaciones nuevas donde pueda desarrollar sus habilidades.

  • Ayúdalo a aplicar lo aprendido y a detectar sus propios errores. ¿Dónde está la solución?
  • Crea situaciones que le permitan focalizar su atención no solo hacia un objetivo, sino identificar su relación con otros. Ese es el contexto.
  • Que relacione actividades ya pasadas con otras que aún no han llegado. Que se ubique en el presente, pero mire al pasado y lo relacione con el futuro.

  • Llévalo a anticipar resultados. Hazle las preguntas necesarias para que se cuestione cuáles son las consecuencias de cada una de sus opciones. Que plantee sus propias hipótesis.
  • Desarrolla su criterio para distinguir entre información relevante y no relevante.
  • Pídele que encuentre el qué, por qué y para qué de cada cosa. Así no solo estimulará su razonamiento, sino que obtendrá mayor sensibilidad”. Gary tiene razón. Los niños necesitan mucha atención de sus padres. Me voy, cuídense

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