Mi amigo Gary llegó por su escabeche de bonito con huevo sancochado y aceituna de botija, acompañado de una jarra de agüita de manzana. “María, el director del diario me mandó desde tempranito a la y me puse a reflexionar sobre mi familia, el poder y el dinero. Recordé las enseñanzas de mi viejo profesor de San Marcos, quien siempre nos repetía: El valor de un ser humano es su decencia, su ética, su honradez.

Efectivamente, este último representa una de las principales virtudes que debe tener una persona. Me da mucho gusto cuando me entero de que taxistas, usuarios de bancos y serenos han devuelto billeteras, celulares y hasta fajos de dinero olvidados por sus dueños. Cuando se da uno de estos casos, en las redes sociales muchos los califican de ‘tontos’, pero yo diría que la conducta intachable y la dignidad tienen mucho más valor que la plata ajena que esa persona pudo recoger como ‘regalo del cielo’.

Ahora causan indignación los casos de autoridades corruptas que se dejaron corromper por dinero sucio y que ya pagan las consecuencias, cuando lo más importante en la vida es la libertad, estar en paz con tu familia. Aquí te dejo algunas maneras de enseñarles a los hijos a ser honrados.

- Predica con el ejemplo. Actuar con honradez es la mejor manera de educar. Los hijos tienden a imitar lo que ven y si son testigos de un acto deshonesto, asumirán que es normal o justificable.

- Habla con tu hijo sobre lo que es y no es la honestidad. Explícale situaciones cotidianas o noticias relacionadas con este valor.

- Enséñale que debe partir desde ser auténtico consigo mismo. Si cometió una falta, debe saber reconocerlo. Ello le ayudará a ser consciente de lo adecuado en futuras ocasiones.

- Explícale que los bienes materiales o intelectuales ajenos se deben respetar, así como deseamos que nadie se apropie de nuestras cosas.

- Hazle saber que un comportamiento decente genera buenos amigos y un reconocimiento moral positivo en los demás.

- Háblale sobre la conducta de las personas que actúan bien. Por ejemplo, que ser honestas es esforzarse por hacer algo útil en beneficio de los demás, sin esperar nada a cambio.

- Si es niño, para explicarle la importancia de la honradez, recurre a algún cuento. Hay muchos y tienen aleccionadoras moralejas”. Pucha, mi amigo Gary tiene razón. Me voy, cuídense

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