Inculquemos valores a nuestros niños, que ellos son la salvación de nuestro Perú.
Inculquemos valores a nuestros niños, que ellos son la salvación de nuestro Perú.

Mi amigo Gary llegó por sus tallarines rojos de pollo, su papa a la huancaína y su refresco de maracuyá. “María, nuestra conducta, a lo largo de toda la vida, debe estar siempre guiada por los valores morales, ese conjunto de principios que nos permiten diferenciar entre el bien y el mal para decidir lo correcto, lo bueno, lo sano, lo justo, lo digno. Podemos tener buena o mala salud, vivir con dificultades económicas o con cierta holgura, no poseer muchos conocimientos o acreditar una amplia cultura, pero por sobre todo están los valores, que nos engrandecen, cualquiera sea nuestra posición.

Todo lo malo que está pasando en el Perú y el mundo justamente se debe a la crisis de valores o pérdida de virtudes, que involucra a la familia, colegios, comunidad, sociedad y Gobierno. Sin embargo, la enseñanza de los valores debe empezar por casa, en el hogar. Los profesores tienen una función muy importante en este aspecto, pero es el ejemplo de los padres el que cala de verdad en los hijos. Los niños nacen con una inocencia que debe ser bien llevada. Con la ayuda de sus padres, profesores y también de quienes conviven con ellos, aprenderán lo que está bien y lo que está mal decir o hacer. Guiemos a nuestros hijos con valores, es la mejor herencia que les podemos dejar. Aquí te dejo una lista de los principales valores.

- INTEGRIDAD: Es la cualidad de actuar siempre apegado a los valores de la rectitud, la honestidad, la verdad y la justicia. Tener integridad es poseer el grado de conciencia más elevado.

- HONESTIDAD: Es un valor vinculado a la verdad y a la transparencia. Es lo contrario a la mentira, la falsedad y la corrupción.

- BONDAD: Puede demostrarse en muchas acciones, pero con la firme disposición de hacer el bien, de actuar de manera amable y generosa.

- HONRADEZ: Es la integridad en el obrar. Es decir, una cualidad que deriva del sentido del honor y que se funda en el respeto a sí mismo y a los demás.

- SINCERIDAD: Es vivir y relacionarse sin intenciones ocultas a través de nuestros actos o palabras. Quien es sincero, actúa con transparencia.

- PACIENCIA: Nos permite luchar por aquello que deseamos, a tolerar una incomodidad o preocupación y a comprender que hay pocos problemas sin solución.

- GRATITUD: Es la mayor recompensa para el que da y el gran gesto del que recibe. Hay que agradecer siempre a las personas que nos han ayudado.

- HUMILDAD: Nos permite conocer nuestras propias limitaciones. Es opuesta a la soberbia”. Tiene razón, mi amigo Gary. Me voy, cuídense.

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