Inés Melchor junto a los directores del documental "Prueba de fondo", Oscar Bermeo y Christian Acuña. (Foto: Facebook Inés Mlechor)
Inés Melchor junto a los directores del documental "Prueba de fondo", Oscar Bermeo y Christian Acuña. (Foto: Facebook Inés Mlechor)

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un delicioso seco de cabrito a la norteña, arroz blanco y ajicito molido. También se pidió una jarrita de hierbaluisa caliente para bajar la grasita.

“María, se apareció en la Redacción el gran periodista y marketero ayacuchano, Malcom Mendocha, como siempre, correctamente vestido. ‘Gary, me emocioné cuando vi a Inés Melchor en el avant premiere de su película, ‘Prueba de fondo’. La ‘Atleta de los Andes’ lucía un elegantísimo vestido rojo, dejando los hombros descubiertos. Y pensar que la multicampeona sudamericana, de niña, tenía que ayudar a vender ropa a sus padres en el mercado de Huancayo para comprar sus zapatillas de lona, con las que alcanzaría la gloria como fondista.

Nos vimos saliendo del estadio Nacional. Venía de triunfar en el Campeonato Mundial de Berlín. Con sencillez e inocente mirada se acercó a una ambulante de caramelos, que cargaba en manta a su hijito, y le dio unas monedas. A la pequeña gigante de la Maratón de Seúl se le humedecieron los ojos. Aún con los postes de alumbrado público encendidos, salía a correr hasta el estadio de Huancayo.

Allí encontró en su profesor de Educación Física, Mauricio Rivera, un elemento fundamental para despegar. Después, con su uniforme del colegio Virgen de Cocharcas, cocinaba para sus hermanos menores.

Antes de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro fue despedida con una inmensa pachamanca. Y le enseñó a comer cuy a su entrenador coreano Pedro Kim. Mi amiga Daisy Zereceda, su mánager, me habló de su fortaleza mental y espiritual. La sencillez de Melchor es increíble. En la avenida Abancay, un ciudadano chileno le pidió un autógrafo, recordando su memorable primer lugar en la Maratón de Santiago, y ella le regaló un chullo.

Entregó su corazón al policía Raúl Martínez, cuando retomó su profesión de abogada. Nunca se achicó ante nadie. Con raza inca, dejó atrás a la gigantona rusa Marina Khmelevskaya, en la Maratón de Miami, y se envolvió con la sagrada blanquirroja ante la mirada de miles de personas.

La criatura que nació en Acobambilla (Huancavelica) y cuyos padres vendieron todo para refugiarse en Huancayo, hoy está lista para brillar en los Panamericanos 2019’”. Pucha, el señor Malcom siempre aparece en la foto con personas que motivan a crecer en esta vida. Me voy, cuídense.

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