El fotógrafo Gary llegó al restaurante por un sudadito de pescado acompañado de arrocito blanco, rocoto, limón y, para tomar, un emoliente al tiempo. “María, ahora que la no crece como todos esperamos, cuando las grandes obras e inversiones están trabadas, quienes más pagan las consecuencias son los ciudadanos de a pie, pues en lugar de haber más empleos, aumentan los despidos y la gente compra menos. Muchos, seguramente, están teniendo problemas de dinero, con todo lo que eso genera: preocupación, ansiedad, depresión, discusiones con la pareja, un ambiente de tensión y hasta violencia en el hogar, donde los hijos terminan siendo víctimas.

Como decía en la columna de ayer, los millonarios que salieron de la pobreza coinciden en afirmar que de las situaciones difíciles surgen casi siempre las grandes oportunidades. Los emprendedores deben tener la capacidad de levantarse cada vez que se caen. Esa es la clave del éxito. Ponía el ejemplo de magnates que salieron de abajo, como, creador de Alibaba, y de los estadounidenses Howard Schultz, de Sturbucks, y Jeff Bezzos, de Amazon.com, el segundo hombre más rico del planeta. María, hoy te quiero contar la historia del actor , protagonista de cintas como ‘Piratas del caribe’ o ‘El joven manos de tijeras’. Su familia era tan pobre que de niño tuvieron que vivir por mucho tiempo en cuartitos de hotel. Se mudaron más de veinte veces y cuenta que sus padres siempre lo golpeaban.

Johnny Depp vendió lapiceros por teléfono, trabajó en un grifo echando gasolina a los carros y hasta intentó ser mecánico, pero fracasó y lo despidieron. Luego, conoció al actor Nicolas Cage, quien lo animó a actuar. Debutó en el cine con la película ‘Pesadilla en Elm Street’ con un papel secundario y lo demás ya se conoce. Ha hecho más de veinte películas y el año pasado tenía una fortuna de más de 340 millones de dólares. Una de sus frases favoritas es: ‘El camino fácil me aburre’.

Otro caso es el de la presentadora negra de televisión, Oprah Winfrey, la reina de los talk shows en Estados Unidos. Nació en una zona rural de Misisipi, en una familia muy pobre, por lo que pasó muchas necesidades. Hasta fue víctima de abusos sexuales, y a los 14 años quedó embarazada. Pero no se rindió. Su sueño era trabajar en la televisión y por eso estudiaba y trabajaba muy duro. Ganó una beca para la Universidad Estatal de Tennessee y a los 19 años se convirtió en la primera corresponsal de televisión afroamericana de la historia de su país. 

Ahora Oprah Winfrey es una de las personalidades más influyentes y poderosas de EE.UU. y su fortuna se calcula en casi 3 mil millones de dólares. Y le encanta hacer obras benéficas para las personas más pobres y maltratadas. Sus frases favoritas: ‘El gran secreto de la vida es que no hay ningún secreto. Sea cual sea tu objetivo, puedes llegar si estás dispuesto a trabajar’ y ‘El descubrimiento más grande de todos los tiempos es que una persona puede cambiar su futuro con solo cambiar su actitud’”. Qué historias tan inspiradoras. Me voy, cuídense.

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