Jóvenes decepcionados de la política en el Perú por actos de corrupción.
Corrupcion en el Perú

Mi amigo Gary, el fotógrafo, llegó al restaurante por su seco de cordero a la norteña, rocotito molido y su jarrita de chicha de jora.

“María, los jóvenes se deben sentir decepcionados, indignados y desmoralizados con tanta corrupción en el país. Y no les falta razón. Gente mayor, de más de 50 años y algunos ya en la tercera edad, con altos cargos como jueces, congresistas, funcionarios públicos y hasta ministros y presidentes, se han visto envueltos en escandalosos actos de corrupción. La difusión de los recientes audios es una muestra de lo podrida que está no solo la política, sino también la administración de justicia.

Que un fiscal o un juez, cuyas funciones son aplicar el derecho y hacer justicia, cobre dinero para rebajarle o declarar inocente al violador de una niña, es ya el colmo de todos los colmos. Se justifica ese sentimiento de desencanto y desesperanza de los jóvenes, pues no es poca cosa ser testigos de tanta degradación y miseria moral, mucho menos de parte de autoridades que son las más indicadas para predicar con el buen ejemplo. Sin embargo, como lo , pese a tanta gente indigna que merece el desprecio, la condena y hasta la cárcel, ‘el Perú tiene una gran reserva moral para lograr el progreso y desarrollo’.

Es cierto, porque nuestro país, a lo largo de su historia, si bien ha tenido autoridades inmorales, desleales y corruptas, también es cuna de valiosos hombres y mujeres que renunciaron a las grandes riquezas y hasta dieron la vida por la patria. Hay innumerables ejemplos, como el ‘Caballero de los Mares’ Miguel Grau, Francisco Bolognesi, José Olaya, María Parado de Bellido y muchos más. Al lado de ellos los corruptos son insignificantes.

La era republicana tiene muchas páginas negras, pero también hermosos capítulos gracias a las nobles acciones de personajes honestos y decentes. Hoy mismo tenemos tal vez a algunos congresistas, ministros y hasta jueces honestos y decentes. Como diría Vallejo, ‘son pocos, pero son’. Contamos con hombres y mujeres de trabajo, luchadores y emprendedores, que salen de abajo y se sacrifican por sacar adelante a sus familias en base al esfuerzo diario y con las manos limpias. Y ahí están también los jóvenes, que forman generaciones sin manchas y con valores morales intactos, dispuestos a luchar por este país que necesita de ellos ahora más que nunca.

Todos ellos constituyen la reserva moral del país y son la luz de la esperanza. Para ellos va nuestra voz de aliento”. Mi amigo Gary tiene razón, hay que tener limpias las manos y la conciencia. Me voy, cuídense.

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