Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por su rica carapulcra con carne de chancho, res y gallina, arroz blanco y rocotito molido. “María, llegué temprano a la Redacción y me encontré con mi amigo ‘El Sonámbulo’, el legendario periodista de Policiales. ‘Gary, ese caso del estudiante de arquitectura e inglés, quien fue en una calle de , es atroz. Los testigos dijeron que de un vehículo tiraron el cadáver. 

El joven había salido de su casa, en Magdalena, y desapareció. A las horas, su madre recibió en su celular una foto de su hijo con cortes en el brazo. ‘Me han secuestrado, ayúdenme’, decía el infortunado estudiante. El padre depositó mil quinientos soles, sin imaginar que su hijo ya estaba muerto. Los ‘tigres’ de Homicidios dieron, en tiempo récord, con los asesinos. Fue una muerte absurda la que truncó el futuro de un muchacho estudioso, que participaba en una iglesia, tocaba guitarra y era fanático del skate. Solo cometió un ‘error’. Cuando tenía dieciocho años conoció, en su centro de estudios de idiomas, a una muchacha extraña. La chica era mayor que Luis Ramírez por dos años y lo sedujo. El joven supo que no solo había besitos en una relación.

Pero Ana Carranza se hizo muchas ilusiones con el muchacho. Ya quería convivir, tener un hijo. Sus amigos y su madre le abrieron los ojos a ‘Lucho’. Tenía un futuro por delante y lo pensó bien. Terminó con Ana, pese a que ella se negaba. Ante tanto acoso, ‘Lucho’ optó por apartarse definitivamente. Ella juró venganza. Después de un año, Ana se relacionó sentimentalmente con un tipo ‘achorado’ de su barrio. A él le contó que había tenido un enamorado que la había ‘choteado’, que sus padres eran profesionales, una doctora y un papá que había sido juez. 

Juntos planearon una supuesta ‘jugada maestra’. Secuestrar al muchacho para exigir un rescate y asesinarlo, para vengar el supuesto ‘desprecio’ que le hizo. Ana lo llamó de manera muy coqueta. Le dijo para recordar viejos tiempos. El joven, que estaba sin pareja, cayó en el ardid. Al encontrarse, ella le dijo que tenía que ir a su casa a ponerse una ropita nueva. Lo hizo pasar a su domicilio y allí su nueva pareja y su hermano lo ‘molieron a golpes’ y encerraron amarrado en el cuarto. 

Se pusieron a tomar licor. Según Ana, ebria entró al cuarto y se acordó del ‘desprecio’ que le hizo ‘Lucho’ y lo estranguló. Pero esa versión es puesta en duda, puede ser que la joven quiera proteger a su hermano o a su enamorado, pues un abogado sagaz podría alegar que ella actuó presa de una ¡locura pasional!, argumentando que la víctima la ‘humilló’ e hirió sus sentimientos por la ruptura. Pero uno, al ver la cara de la muchacha, solo ve maldad. Además, este delito incluye secuestro con lucro y asesinato. El hecho que la mujer, después de sacar 400 soles del cajero automático, se haya ido a comer pollito a la brasa con su enamorado, demuestra la sangre fría y la psicopatía de esta chica. Para mí, deben darle cadena perpetua”. Pucha, qué terrible crimen. Me voy triste, cuídense.

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