Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un lomo al jugo con papitas fritas amarillas, cebolla crujiente, perejil picadito y rocoto, y para tomar, un emoliente calientito. “María, bien dicen que en esta vida un día puedes estar en lo más alto y al siguiente, descender a lo más hondo. Nadie está libre de caer en desgracia. Por eso, Daniel Santos cantaba en ‘El juego de la vida’: ‘Juega con tus cartas limpias/ en el juego de la vida/ al morir nada te llevas/ vive y deja que otros vivaaaaaan...’. En todo esto pensaba al ver el traslado a prisión del expresidente y de su esposa

Creo que este penoso hecho histórico alrededor de Ollanta Humala y Nadine Heredia, del que se pueden sacar mil conclusiones, debe servir de enseñanza a los jóvenes. En primer lugar, que todo lo que hacemos tiene consecuencias en nuestra vida y en la gente que nos rodea. Si un escolar elige no estudiar y dedicarse al juego, a la palomillada, a perder el tiempo, entonces que de adulto no se lamente por pasar una existencia pobre y difícil, porque seguramente eso le tocará vivir. Si un adolescente elige probar drogas como la marihuana, con el tonto discurso de que ‘mis amigos lo hacen’ o ‘no es peligrosa’, debe estar advertido de que luego será muy difícil que escape de ese vicio que podría ser el inicio de una vida de fracasos y de dolor.

Si un chico o una chica eligen tener sexo con cualquier desconocido solo porque esa persona le gusta, y peor aún, sin protección, deben estar conscientes de que podrían contraer una enfermedad que podría matarlos. Si un joven comienza a robar, a prostituirse, a estafar, a llevar drogas, porque le gusta el dinero fácil, tiene que estar seguro de que más temprano que tarde acabará muerto o tras las rejas. Allí está el ejemplo de la y que hoy está en la cárcel. 

O que iba a enviar a España y que hoy también está preso y deberá pasar varios años encerrado. Los políticos peruanos metidos en corrupción son numerosos y saben que podrían terminar encerrados, pero arriesgan y siguen robando. El expresidente de Uruguay, Pepe Mujica, dijo algo que deberían meterse bien en la cabeza esos políticos sin escrúpulos: ‘Hay gente que adora la plata y se mete en la política, si adora tanto la plata, que se meta en el comercio, en la industria, que haga lo que quiera, no es pecado, pero la política es para servirle a la gente’. Los estudios, el trabajo duro y honrado, así como la honestidad, son la mejor forma para lograr el éxito y una vida en paz, sin miedos ni sobresaltos. Eso de conseguir todo lo que se desea sin sacrificios no existe”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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