El fotógrafo Gary llegó al restaurante por una cojinovita frita con arroz blanco graneadito y ensalada fresca. Para la sed, se pidió una jarra de emoliente con cebada. “María, llegué temprano a la Redacción y me encontré con el famoso periodista de Policiales, . Estaba fumando, con su gabán gris mismo Humphrey Bogart en la película ‘El halcón maltés’. Regresaba de cubrir un asesinato en el Callao. Un muchacho en moto conversaba con su pareja en un grifo. De pronto, llega un tipo, le dispara dos tiros en la cabeza y huye. La chica se salva y solo dice que vio fugar al asesino en un auto blanco. Pero al acercarse la madre y las hermanas de la víctima, se le fueron encima: ‘Ella lo mandó matar. Mi hijo ya no la quería, habían terminado y ella lo amenazaba. Lo centró’. ‘Gary, aquí empieza la labor de los sabuesos de Homicidios y también de los periodistas de Policiales. Descartar el ajuste de cuentas y hurgar por el crimen pasional. Pero ahorita me preparo para mis charlas con los alumnos de Periodismo’.

Como te contaba, ‘El Sonámbulo’ no quiso enseñar Comunicaciones en una universidad ‘trucha’ que regala cartones y prefiere dar clases gratuitas a chicos interesados de verdad en aprender el apasionado oficio del periodismo. Los jóvenes llegaron y de frente le propusieron: ‘Maestro, ¿qué detectives privados de la literatura o el cine admira usted?’. El veterano hombre de prensa respondió: ‘Miren, muchachos, de los antiguos hay uno. Por eso les recomiendo las obras de novela negra norteamericana, como las de Raymond Chandler, con títulos como ‘El sueño eterno’ y ‘El largo adiós’. En ellas, el personaje es un detective privado inolvidable: Philip Marlowe. Él mismo se definía como si tuviera ‘algo de lobo estepario. No estoy casado y ya no soy un jovencito. Me gusta el whisky y las mujeres. No me ocupo de casos de divorcio y estuve alguna vez en la cárcel’. El gran Humphrey Bogart lo interpretó en el cine. Pero no solo me identifico con los detectives clásicos de la literatura. En Latinoamérica, también grandes escritores como Mario Vargas Llosa han incursionado en el género. En la clásica ‘¿Quién mató a Palomino Molero?’, Mario hace una novela policiaca y el detective que tiene que averiguar quién asesinó y tiró en el desierto el cuerpo del soldado Palomino Molero, es el sargento Lituma, ese policía piurano que es un personaje recurrente de su literatura, como en ‘La casa verde’, y hasta de protagónico en ‘Lituma en Los Andes’. Totalmente recomendadas. Ya se me hizo tarde, pero la próxima semana continuamos con los grandes detectives de la literatura y el cine’”. Pucha, ese señor ‘Sonámbulo’ no solo es un gran periodista, sino un maestro. Me voy, cuídense.

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