Muchos candidatos postularán al Congreso pensando en recuperar su 'inversión' de la campaña.
Muchos candidatos postularán al Congreso pensando en recuperar su 'inversión' de la campaña.

Mi amigo Gary llegó por su tamalito de entrada y de plato de fondo su contundente carapulcra de chancho, todo acompañado de una jarrita de chicha morada. “María, se acercan nuevas elecciones y los ciudadanos ya debemos ir pensando por quién votar. Ya no podemos equivocarnos y entregar nuestro voto a personas que al final resultan ser incapaces o corruptas.

Muchos políticos ven las elecciones como un negocio en el que hay que invertir para luego recuperar el dinero y obtener ganancias. Esto es lo que habría querido decir el excongresista Carlos Tubino, hace unas semanas, con un extraño tuit: ‘Elecciones en enero. Costo: 300 millones de soles. Motivo: elegir congresistas por un año y 5 meses. Problema: No atrae. Imposible recuperar el dinero invertido en campaña’.

Según los especialistas, los candidatos más botarates gastarán entre 250 mil y un millón de dólares. Si un parlamentario gana 15 mil soles al mes, aproximadamente, en el año y medio de gestión que tendrá hasta el 2021 solo recibirá, en total, 270 mil soles. Por ahí alguien dijo que la mayoría de candidatos postula no por amor al chancho, sino a los chicharrones.

Y es la pura verdad. Lobbies, componendas, repartijas y faenones les permitirán recuperar la ‘inversión’ y tener pingües ganancias. Es por eso que vemos a políticos saltando de un partido a otro, aunque no estén identificados ni simpaticen con sus idearios o principios fundamentales.

Estos personajes tienen a su disposición a varias agrupaciones políticas que solo funcionan como ‘vientres de alquiler’ para engendrar ‘otorongos’. Afirman los psicólogos que la personalidad es imposible de ser ocultada. Cada individuo tiene ciertos rasgos que desnudan sus inclinaciones y en la política también se pueden notar estos perfiles.

Hay personajes cuyos antecedentes los delatan. Tienen hasta juicios de alimentos y un pasado gris en la vida profesional o el mundo de la política. Por ello, el primer paso que deben dar los electores es analizar la hoja de vida de los candidatos, así como sus propuestas y planes.

En segundo lugar, hay que conocer su experiencia personal en el poder. Luego, indagar sobre sus antecedentes policiales y judiciales, así como conocer sus vínculos sociales. Debemos pensar bien el voto y decidirnos por las personas que tienen una hoja de vida impecable debido a una conducta limpia, además de haber dado muestras de seriedad, honestidad y capacidad.

Nada de cambiar el voto por un táper o dejarse llevar por la palabrería. Ya tenemos muchas malas experiencias. No volvamos a equivocarnos”. Tiene razón, mi amigo Gary. Elegir a nuestros gobernantes es una gran responsabilidad. Me voy, cuídense.

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