El descuido de los en muchas ocasiones puede ser mortal. Ese es el caso de este niño de 7 años ‘muy enfermo’ que murió al cuidado de su hermano de 16 mientras sus padres asistían a un .

Timothy y Sarah Johnson decidieron viajar un fin de semana para ir a una boda. Sin embargo, en lugar de dejar todo en orden, abandonaron al pequeño Seth que se encontraba muy indispuesto. Lo dejaron al cuidado de su hermano mayor, quien sin saber qué hacer ante la condición de niño, no optó por llevarlo al médico.

Seth era adoptado. Sus padres creían que su delicado estado se debía a que había sido un ‘bebé drogadicto’. Además, siempre se mostraron reacios a acudir a los especialistas en salud ya que preferían llenarlo de vitaminas y de medicinas naturales tal como la miel de abeja. Un grave error si se trata de pequeños en crecimiento.

El hermano adolescente llamó a sus padres en la mañana del 29 de marzo para decirles que Seth había dejado de hablar, que no comía y que no podía levantarse de la cama. La pareja pensó en regresar en ese momento, pero se tranquilizaron luego de que el mayor de sus hijos les dijera que ya estaba comiendo unos cuantos snacks.

Finalmente los padres regresaron horas más tarde pero encontraron al pequeño sin vida en un colchón lleno de vómitos y con moretones en todo el cuerpo. Y aunque Timothy intentó salvarlo con técnicas de resucitación, Seth ya estaba muerto.

El médico forense determinó que el menor murió de pancreatitis aguda y posible sepsis, aunque no pudo establecer el vínculo entre la causa de la muerte y la conducta de los padres. Es así que los padres solo fueron acusados de delito menor grave (negligencia hacia un niño que resulta en daño sustancial) y si son condenados, tendrán que cumplir un año de cárcel y pagar una multa.

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