Alberto es un ciudadano catalán de 82 años que podría aparentar ser como cualquier otro de su edad. Sin embargo, ha iniciado una insólita búsqueda que ha dado la vuelta al mundo y que lo ha popularizado en redes sociales como . ¿De qué se trata?

Sucede que el anuncio de periódico, en el que el responsable busca "entablar una amistad", no es como la mayoría pensaría, pues Alberto intenta encontrar una "señorita de hasta 37 años de edad, no fumadora y con buena presencia", entre otras cosas. Y como teniendo bastante claro que lo que pide es bastante específico, fue igual de concreto a la hora de avisar "deja herencia" a cambio. 

Podría pensarse que se trata de una auténtica locura, pero los usuarios de Facebook no pudieron evitar expresar su asombro cuando reveló que el hombre ya tenía a su primera candidata escogida, de entre tantas, en menos de 24 horas.

"Tiene 38 años, es cubana, divorciada y con dos hijos. Me ha dado muy buena impresión, es una chica seria que vive con su madre. Hemos quedado en vernos el próximo fin de semana y conocernos más", contó el protagonista de la publicación que se viralizó en Facebook.

"El trato es que nos tenemos que casar porque yo quiero estabilidad. Quiero una relación normal, tener compañía y que me cuiden", agrega el hombre, dando además detalles sobre el ámbito personal: "también tengo mis necesidades. Si no me lo da, tendré que buscar a otra persona", dijo.

Hubo quienes criticaron en Facebook el hecho de que el anciano busque acercarse a alguien 50 años menor, pero el hombre explicó sus motivos: "ya he tenido alguna relación anterior con mujeres de menos de 30 años, así que no veo problema en pedir que tengan esa edad. Cierto que todas han sido extranjeras, ninguna del país. A las de aquí les cuesta mucho salir con un hombre jubilado".

"A cambio, les doy seguridad económica. Soy una persona muy activa, me cuido mucho y eso les gusta cuando me conocen", asegura. Y es que, además de su cariño, el hombre promete dejar un piso céntrico, una finca privada y una casa en el monte, además del dinero que haya en su cuenta corriente, propiedades que ascienden a los más de 400.000 euros.

Hay quienes critican su inusual decisión pues lo normal sería dejar como herederos a sus hijos, pero Alberto cuenta que no se habla con ninguno de ellos porque "se han portado fatal". 

"Sé que la chica estará conmigo por dinero, no soy tonto, pero no me da miedo que me quieran matar", asegura el anciano, "pienso avisar al servicio de atención a las personas mayores del ayuntamiento para que estén atentos, y si ven algo raro, que me hagan análisis. También tengo a mis sobrinas, que me ven con frecuencia". 

Se sabe que, de momento, Alberto espera conocerse con la candidata cubana para ver si las cosas funcionan y ver si tiene sentido organizar la boda. "Tengo ilusión, pero si no funciona tendré que poner otro anuncio en el periódico porque no puedo ir por la calle preguntando a la gente. Además, a mí ir al baile y a las discotecas no me gustan", afirma bastante seguro y como si olvidara por un momento que tiene 82 años.

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