Todo empezó con una ordenanza antidesnudez en  Y es que Molly Moorhead fue detenida, junto a otras dos bailarinas de danzas exóticas por mostrar sus partes íntimas mientras bailaban en un club nocturno. Al menos eso decían los policías encubiertos que las denunciaron.

Frente a esta situación a Molly no se le ocurrió mejor forma de demostrar su inocencia que inclinarse frente al juez de la sala, David Demers, levantarse la falda y enseñarle su ropa interior. Por extraño que parezca, esta fue única prueba irrefutable para evidenciar que la prenda era demasiado grande como para exhibir sus partes íntimas.

Ante esto, el juez no tuvo otra alternativa que desestimar el caso y alegar que los testimonios brindados por los agentes no habían sido veraces. Y es que esos calzones eran muy grandes.

Inmortalizada por el fotógrafo de Tampa Bay Times, Jim Damaske, la foto fue muy famosa en aquella época. Fue publicada en UPI donde se difundió a lo largo y ancho del país. Tal fue su éxito que apareció en el número de Playboy Year in Sex, donde todos conocieron la historia detrás.

Y ahora, después de más de 30 años, la imagen aún tiene algo por decir. La fotografía ha sido republicada en el libro de Craig Pittman, periodista de Tampa Bay, llamado ‘Oh, Florida! Inside America’s strangest state and how it’s shaping the country’, un trabajo dedicado a retratar las rarezas, contrastes y sucesos importantes de Florida.

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