Álvaro, bombero
Álvaro, bombero

Entre las metas de Álvaro Lafarge estaba el ser parte del equipo Bomberos de Junín, ciudad de Buenos Aires, . Estuvo en el cuartel del lugar durante tres años, pero de pronto, le prohibieron el ingreso porque no contaba con la resolución que le permiten el trabajo a personas con .

El papá de Álvaro, el señor Alberto, también es bombero, pero cree que su hijo tuvo la vocación antes que él. Cuando Álvaro terminó el colegio, le confesó a su mamá su su sueño, ella conversó con el jefe del cuartel y este le permitió que desfilara con ellos. El joven se quedó como parte del equipo y fue hasta La Plata a rendir las pruebas correspondientes.

El jefe de bomberos integró a Álvaro al equipo e hizo la nota de las funciones que no perjudicaran su integridad ni funcionalidad del grupo. Entre estas estaban el lavado de autos, la limpieza de algunos salones y las reuniones con sus compañeros. Álvaro las cumplía con satisfacción.

Desde el 2014, la familia de Álvaro buscó firmas para que el Ministerio de Seguridad bonaerense aceptara al joven de 21 años como bombero oficial. Organizaciones no gubernamentales y el canal de televisión Telenoche se sumaron al pedido hasta que el Ministro Cristian Ritondo firmó la resolución.

Desde la quincena de diciembre del 2016, Álvaro Lafarge trabaja en planta permanente de la administración pública provincial (Ley 10.430) y del régimen para personas con capacidades diferentes (Ley 10.592). El joven con síndrome de down cumple orgulloso las 30 horas semanas como bombero de Junín.



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