El jefe del Instituto Nacional Penitenciario (), César Cárdenas, manifestó que , sentenciado a 19 años de cárcel por cinco delitos perpetrados durante el ‘andahuaylazo’, estuvo vulnerando las medidas de seguridad en el penal Virgen de la Merced (Chorrillos), pero su traslado y el de otros internos a Ancón II no fue parte de una medida disciplinaria.

En declaraciones a RPP, Cárdenas indicó que el Consejo Nacional Penitenciario tomó la determinación de clausurar el establecimiento Virgen de la Merced, porque existe una serie de constantes vulneraciones a la seguridad penitenciaria.

“El interno Humala ha estado vulnerando las medidas de seguridad y los controles, pero ese no es el hecho central. Independientemente de que exista ese tipo de faltas, hay una vulneración constante de los temas de seguridad que no podemos superar, porque no tenemos el control total del establecimiento penitenciario”, indicó.

Comentó que en el penal Virgen de la Merced se ha detectado en más de una ocasión el ingreso de objetos prohibidos, como artefactos eléctricos no autorizados. Además, hay deficiencias en la infraestructura, como falta de iluminación y mallas, entre otros problemas que conllevaron a que se tome la decisión de clausurar ese establecimiento.

“Todas estas situaciones conllevaron a que el consejo evalúe y tome la decisión de clausurar el penal y retirar a los internos de ahí, y reubicarlos en Ancón II. A ningún interno se le trasladó como parte de una medida disciplinaria. Esto fue como consecuencia de la clausura del establecimiento penitenciario que no reúne las condiciones de seguridad para su funcionamiento”, puntualizó.

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