Antonio Alfonso Cisneros Campoy (Lima, 1942) es uno de los poetas más recordados de su generación. Murió un día como hoy,hace 4 años, pero su poesía sigue más viva que nunca. Veamos.
Antonio Alfonso Cisneros Campoy (Lima, 1942) es uno de los poetas más recordados de su generación. Murió un día como hoy,hace 4 años, pero su poesía sigue más viva que nunca. Veamos.

Muchos recuerdan a Antonio Cisneros caminando por las calles del distrito de Miraflores o sentado en un bar. Otros tantos recuerdan su microprograma radial ‘Crónica del oso hormiguero’. Aquellos, los más jóvenes, que han pasado por el parque del Faro, han visto una escultura de cuerpo completo del poeta, mirando al Pacífico. Todos ellos, y todos nosotros, debemos conocer algo más de la poesía de . Hoy, 6 de octubre, se cumplen cuatro años de su muerte.

Dejando de lado su naturaleza gregaria, siempre mantuvo la distancia al resto de su tiempo. El espacio necesario para crear poesía y para alejarse del rebaño. "Siempre he sido, y sigo siendo, fundamentalmente, una persona escéptica, lo que no quiere decir desesperanzada. Creo muy poco en las grandes verdades, en los dogmas, en las afirmaciones a prueba de balas", dijo a El Comercio, en una de las últimas entrevistas que dio. "A diferencia de mi generación, yo nunca me las creí todas", dijo también en aquella ocasión.

Antes de ir a su poesía, que es lo que nos trae a esta nota, dejamos una cita más sacada de otra de las entrevistas que se le hizo en vida, esta vez en la desaparecida revista Correo Semanal, y que muchos artistas jóvenes deben leer (y aprender). Habla Antonio Cisneros: "Hay cosas mucho más importantes que la poesía: mis nietos, el fútbol, la comida, cosas mucho más interesantes. No soy de esos que se quedan mirando cómo cae una hoja o lloran cuando ven a un niño o un pájaro, ¡por favor, yo soy un caballero! Eso déjalo para los viejitos chochos o para los poetas jóvenes deslumbrados". 

Canto Ceremonial contra Un Oso Hormiguero

aún te veo en la Plaza San Martín
dos manos de abadesa
y la barriga
abundante
blanda
desparramada como un ramo de flores baratas
olfateas el aire
escarbas algo
entre tus galerías y cavernas oxidadas
caminas
aún te veo
caminas
más indefenso que una gorda desnuda entre los faunos
más gordo
más alado
y ya aprestas las doce legiones de tu lengua
granero de ortigas
manada de alacranes
bosque de ratas veloces
rojas
peludas

el gran mar de las babas

oh tu lengua
cómo ondea por toda la ciudad
torre de babel que se desploma
sobre el primer incauto
sobre el segundo
sobre el tercero
torre de babel

que en 1900 fuiste lavado por tu madre en el mar de
La Punta
despacio
muy despacio
sin descuidar las ingles
las orejas
el trasero
las plantas de los pies

que dormiste entre los muslos de tu abuela para no sentir frío
mientras los muchachos
los otros
hacían el amor con las muchachas
puedo ver tu gran lengua
ay sin madre
ay sin abuela
tu gran lengua después de la jornada
jadeante
horizontal
un poco blanda
tu gran lengua en la cama
con vírgenes y arcángeles
de lata

oh tu lengua en reposo
y aún se reproduce
despacio
muy despacio
y todavía engorda
oh comediante de los almuerzos de señoras
oh vieja bailarina
oh torre de babel en la gran cama
maltrecha ya
por los combates fieros de tu hermano
capitán ballestero de sodoma
príncipe de gomorra
flor de lesbos
y ahora
no más tu madre
no más tu abuela
no más tu arcángel de la guarda
y ahora
océano de babas
vieja abadesa
escucha
escucha mi canto
escucha mi tambor
no dances más.

Antonio Cisneros, cuando recibió el Premio Iberoamericano Pablo Neruda, de las manos en Sebastián Piñera, entonces presidente de Chile.
Antonio Cisneros, cuando recibió el Premio Iberoamericano Pablo Neruda, de las manos en Sebastián Piñera, entonces presidente de Chile.

Tercer movimiento (affettuosso)

Para hacer el amor
debe evitarse un sol muy fuerte sobre los ojos de la muchacha,
tampoco es buena la sombra si el lomo del amante se achicharra
para hacer el amor.
Los pastos húmedos son mejores que los pastos amarillos
pero la arena gruesa es mejor todavia.
Ni junto a las colinas porque el suelo es rocoso ni cerca de las aguas.
Poco reino es la cama para este buen amor.
Limpios los cuerpos han de ser como una gran pradera:
que ningún valle o monte quede oculto y los amantes podrán holgarse
en todos sus caminos.
La oscuridad no guarda el buen amor.
El cielo debe ser azul y amable, limpio y redondo como un techo
y entonces la muchacha no verá el Dedo de Dios. Los cuerpos discretos
pero nunca en reposo,
los pulmones abiertos,
las frases cortas.
Es dificil hacer el amor pero se aprende.

Antonio Cisneros y una de sus citas: "Siempre ha habido prioridades antes que la literatura. La literatura es importante, pero no me come la vida como a algunos colegas que no saben cuánto cuesta el pan ni dónde para el ómnibus" (Cita de entrevista a Correo Cemanal)
Antonio Cisneros y una de sus citas: "Siempre ha habido prioridades antes que la literatura. La literatura es importante, pero no me come la vida como a algunos colegas que no saben cuánto cuesta el pan ni dónde para el ómnibus" (Cita de entrevista a Correo Cemanal)

La araña cuelga demasiado lejos de la tierra


La araña cuelga demasiado lejos de la tierra,
tiene ocho patas peludas y rápidas como las mías
y tiene mal humor y puede ser grosera como yo
y tiene un sexo y una hembra -o macho, es difícil
saberlo en las arañas- y dos o tres amigos,
desde hace algunos años
almuerza todo lo que se enreda en su tela
y su apetito es casi como el mío, aunque yo pelo
los animales antes de morderlos y soy desordenado,
la araña cuelga demasiado lejos de la tierra
y ha de morir en su redonda casa de saliva,
y yo cuelgo demasiado lejos de la tierra
pero eso me preocupa: quisiera caminar alegremente
unos cuantos kilómetros sobre los gordos pastos
antes de que me entierren,
y ésa será mi habilidad.

En las tierras más verdes

No era maná del cielo pero había comida para todos y amor de Dios.
De atrás del Tropezón venía el agua, pucha madre, todo el año venía.
A veces despaciosa y pálida como muchacha flaca.
Pero en enero cantaba más alta que los muros del canal.
Sólo ballenas le faltaban para ser otro mar.
De atrás del Tropezón bajaban los canales marrones y pulidos.

De piedra brava de Huarochirí.
Como el elefante de la Compañía de Jesús (una puerta en Huamanga).
Así eran, pues, los artes de los arrieros de la sal —sobrinos de los Incas.
Ellos limpiaban los canales como les enseñaron desde antiguo en las
tierras más altas.
Por ellos nos venían las lluvias de la Sierra entre las lomas y así
honraban al Niño.
Nosotros los honrábamos con sal. Dos cosechas de sal de las Salinas.
Y es la primera en la fiesta de Pallas, donde el mar es azul. La segunda
en la fiesta de los Santos Difuntos, donde baja la niebla y el sol viaja.
Cien parejas de llamas traían los arrieros.
Las llamas con campanas y penachos igual que los castillos cuando
son las fogatas.
Pucha madre, los arrieros de Huarochirí morían por la sal como esta
santa tierra moría por el agua.
Era un casorio bueno, con uva y chirimoya.
Y así se dijo:

De Amorós a San Bartolito sea todo de pinos y flor-inca.
De Chuca al Sur cultívese algodón: Una parte de algodón de la tierra
y dos de pelo largo. En los flancos membrillos y guayabas.
Sean las tierras de Santa María Baja destinadas al cultivo de la
vid y a la gloria del Niño Jesús.
Sean las tierras de Piedra León, tierras de la higuera.

Así se dijo, pues. Dicen que sí.

Antonio Cisneros, inolvidable.
Antonio Cisneros, inolvidable.

EL 'BONUS TRACK'

Por la noche los gatos o mis ocho vecinos pensionados de guerra

Todos los gatos de la región son un ruido en el techo,
igual que el de los reos fondeados entre bolsas en un hueco del río
-ritos de amor, ritos de combate-
hasta que se descuelgan ya muertos o cansados para asediar mi casa,
se revuelven
como tribus de arañas en el fondo del agua, me reclaman
un lugar en el lecho y de comer según los usos del último tratado
-alianza concertada con el viejo que dio nombre a los gatos,
sembró las margaritas, los geranios
(donde orino cuando estoy apurado),
comió sobre esta mesa,
durmió sobre esta cama,
murió sobre esta cama
como un sapo.
Las moscas de mi mesa son las mismas que engordan en la mesa
de mis 8 vecinos pensionados de guerra,
son de vuelo pesado y paso torpe, mansas para la muerte, son el día.
Por la noche los gatos.
                       Allá vuelven.
Cierro la puerta con 2 vueltas de llave, toco madera.

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