'Chato' y 'Loco' son los apodos más usados
'Chato' y 'Loco' son los apodos más usados

¿Quién no ha sido objeto de un ‘mote’, ‘chapa’, alias o apodo? En nuestro país, es muy común escuchar que a una persona alta se le llame ‘largo’, al bajo ‘chato’, al delgado ‘fideo’ y al grueso ‘gordo’, entre otros apelativos más o menos hirientes.

Para el profesor y lingüista Jesús Raymundo, los sobrenombres son perspectivas de terceras personas sobre las características o rasgos que le llaman más la atención de algún conocido, amigo o familiar.

Estas se generan en el lenguaje coloquial y se colocan, usualmente, por un rasgo físico, por la personalidad, origen, nombre, nacionalidad y hasta por su parecido con seres mitológicos.

Sin embargo, advirtió que es una práctica común en el mundo delincuencial, pues “ellos usan apodos para evitar ser identificados por las autoridades”.

Según el semiólogo Eduardo Zapata, en el hampa, ‘las chapas’ sirven para reinventarse en orden a mejorar el posicionamiento social. “Lo interesante del apodo es que etimológicamente viene del latín ‘aputtare’, que a su vez deriva de ‘puttare’, que significa ‘poner en limpio’”, precisó.

EN LA POLÍTICA

Por ejemplo, en un contexto político, los apodos son colocados sobre personas que inspiran desprecio, pues se consideran inmorales, que son capaces de hacer diversas acciones por el bienestar propio.

En el caso de los futbolistas, apodos como ‘Depredador’ y ‘Bombardero’ representan la forma en que las personas ven a sus estrellas.

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