Desbaratan banda de militares que entrenaba a sicarios
Desbaratan banda de militares que entrenaba a sicarios

Abastecía de armas y municiones y adiestraba a decenas de sicarios de Lima y Callao en una base militar de Pucusana. Ese son las acusaciones que pesan sobre el exsuboficial de la Roberto Carlos Subauste Roca, cabecilla de una en un impresionante megaoperativo desplegado en varios distritos de la capital.

Roberto Carlos Subauste Roca y a la organización criminal que encabezaba estuvieron bajo la lupa de las autoridades durante seis meses y los agentes a cargo de su seguimiento lo catalogaron como alguien desconfiado que solo hacía negocios con gente de su extrema confianza.

Una fuente policial precisó a que en una ocasión Roberto Carlos Subauste Roca habría pedido US$100 a un delincuente que lo buscó en El Agustino para entrenar a cada uno de sus sicarios en el manejo de armas y granadas de guerra, aparte del cobro de municiones y el alquiler de las armas para adiestrarlos de forma "apropiada".

El entrenamiento de los sicarios se realizó en la galería de tiro de la empresa Importaciones Enzo S.A.C., en Breña, que también fue intervenida ayer al igual que otros 12 inmuebles ubicados en varios distritos de Lima. Un dato a resaltar es que la mencionada compañía cuenta con autorización de Sucamec para ofrecer prácticas de tiro hasta el 2018.

Roberto Carlos Subauste Roca es acusado de haber capacitado a siete sicarios del en cinco sesiones y, tras consolidar su confianza con ellos, habría decidido buscar lugares más amplios de entrenamiento con la ayuda de gente de su promoción de la FAP, ofreciéndoles prácticas intensivas de 15 días en el sur de Lima por 2 mil dólares por cada uno.

El exsuboficial FAP recibió, como adelanto, US$10 mil por parte del delincuente que lo contactó para el entrenamiento de sus sicarios en la base militar Punta Lobos de Pucusana para hacer las prácticas de tiro. El adiestramiento consistía en el reconocimiento del arma, cambio de cacerinas y disparos luego de actividades físicas.

Pero lo más increíble, señala El Comercio de acuerdo a las indagaciones de la y el , es que las armas y las municiones para este tipo de ejercicios fueron proporcionadas por personal de la FAP a los sicarios, quienes luego las compraron. Ganancia para todos.

Este ilícito negocio le habría proporcionado grandes ganancias a Roberto Carlos Subauste Roca, quien también estaría implicado en el robo de 130 granadas de mano de la base militar Punta Lobos de Pucusana, en complicidad con su ‘promoción’, el suboficial FAP Alberto Marcelino Ascarruz Chavarría, quien se desempeñaba como armero y también fue arrestado.

Además, cayeron el policía Orlando Eloy Lliuya Rodríguez; la psicóloga Rosa Villanueva Moreno; el tramitador Gino Panizo Fernández; el empresario Nelson Espinoza Justiniano, dueño de dos tiendas de venta de armas y municiones, y en cuya casa funciona un moderno polígono de tiro.

Así también capturaron a Óscar Muñoz Figueroa, Fernando Alvarado García y Francisco Rojas Mercado en el megaoperativo policial, en el que se incautaron 1.500 armas de corto y largo alcance, medio millón de municiones, 2.000 cacerinas y 78 mil soles en el allanamiento de 11 viviendas en varios distritos de Lima.

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