En el año 2015, según la revista Forbes, se convirtió en el hombre más rico del Perú, con una fortuna calculada en dos mil 100 millones de dólares. Según la actual Encuesta del Poder, , conocido como CRP en el ámbito de los negocios, lidera la lista de ‘los empresarios más poderosos del país’.

Es un magnate de las finanzas y del retail o venta al detalle (sector económico que engloba a las empresas especializadas en la comercialización masiva de productos o servicios uniformes a grandes cantidades de clientes), es presidente de (agrupa a 22 empresas) y propietario del Grupo Interbank.

Tiene 57 años. Casado. Dos hijos. Su alma máter es la Universidad de California, Estados Unidos. Lo asombroso en la biografía de Carlos Rodríguez Pastor es que si bien trabajó con su papá (ministro de Fernando Belaunde) en los noventa, luego de que comprara Interbank junto con inversionistas estadounidenses; al morir su progenitor se hizo cargo de la empresa logrando con los años crear un imperio. Más allá del Grupo Interbank, formó y compró un sinnúmero de negocios entre los más conocidos: Real Plaza, Inkafarma, Bembos, Cineplanet, Oechsle, Promart, Don Belisario, Popeyes, Papa John’s, Innova Schools, entre otros.

De carácter tímido, pero muy tajante y seguro de lo que dice, siempre deja frases inéditas: “Soy un personaje muy público dentro de mi empresa, pero no en el exterior” o “Nuestro segmento preferido es la clase media emergente”.

Señor Rodríguez Pastor, sé que usted no da entrevistas, muchas gracias por la deferencia con Trome. ¿Existe alguna receta para ser exitoso?
No, trabajar fuerte. Mantener un perfil tranquilo y hacer las cosas sin mucho show.

Una de las frases que siempre dice es: “Para alcanzar resultados, hay que trabajar en equipo”. ¿Esa es una de las claves?
Primero, hay que buscar el equipo y que sea muy bueno, después, lograr trabajar en conjunto y así se pueden hacer cosas mucho más grandes cuando se puede hacer eso.

¿Ve con optimismo el futuro del Perú?
Nuestro país tiene la oportunidad de hacer cosas espectaculares con este nuevo equipo de gobierno, con la posición que es bastante razonable. Si sumamos a los empresarios y a todos los que quieran empujar, antes que nos demos cuenta vamos a hacer un país mucho más avanzado.

¿En qué debemos cambiar los peruanos para llegar a ese nivel?
Son actitudes más que nada. En vez de poner siempre pero a las cosas, cambiar la ‘o’ por la ‘u’ y poner ‘Perú’. En vez de decir ‘algún día’, decir ‘es hoy’. Es más un tema de actitud, porque acá cuando nos ponemos en la mente hacer algo, se pueden hacer cosas impresionantes.

¿En qué basa esa tesis?
Mira donde estábamos hace 25 años y mira donde estamos ahora. El cambio ha sido impresionante, pero estamos a la mitad. Nos faltan 25 años más de trabajo muy, muy fuerte, y bueno, en eso estamos.

Es usted un empresario con múltiples ocupaciones, agenda llena. ¿Cómo se relaja?
Me encanta el ejercicio. Justo antes de venir me fui a correr para relajarme un poco.

Muchos emprendedores están leyendo esta entrevista, ¿qué tiene para decirles?
Que trabajen duro, asegúrense que están haciendo algo que les apasiona, nunca dejen de aprender y lo que funcionó ayer, de repente no va a funcionar mañana, entonces hoy día tienen la posibilidad de aprender a través de Internet, a través de un montón de cosas que hasta son gratuitas, aprovechen.

Usted es dueño de una importante cantidad de colegios. ¿Qué tan importante es la educación para salir de la pobreza?
Es importantísima. El día que uno deja de aprender un poco, deja de vivir ¿no? Se queda estancado, porque hoy día la velocidad del cambio, por todas las tecnologías que están apareciendo, es tan fuerte que si no tenemos esa mentalidad abierta de aprender, no vamos a poder.

Queremos conocerlo un poco más, ¿hincha de que equipo?
(Sonríe) Alianza Lima.

Para un hombre como usted que lo tiene casi todo, ¿qué es lo más importante?
Lo más importante es mi familia.

¿A qué le teme?
¿A qué le tengo miedo? No sé si miedo es la palabra, pero a la complacencia, a sentirte ya satisfecho y de repente creértela un poco. Ojalá que eso nunca me pase, ni que le pase a la gente que trabaja conmigo.

¿El dinero es la felicidad?
No, para nada. El dinero no tiene nada que ver.

Y ¿qué es la felicidad para usted?
Estar contento con lo que haces, tener una buena familia, disfrutar y tratar de ayudar a los demás con el ejemplo e intentar de vivir lo más tranquilo posible.

Gracias señor Rodríguez Pastor, éxitos en sus inversiones que sin duda generarán más empleo…
Gracias a ti y a Trome.

(Oscar Torres)

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