Eduardo Bazo Navarrete, de 29 años, maquinó todo un plan para dar el golpe perfecto. Este hombre  llegó hace ocho meses a una empresa de metales ubicada en y se ganó la confianza de sus jefes de una forma muy especial para luego traicionarlos robando todo lo que pudo.

Es que Bazo Navarrete tocó al sentimiento a sus empleadores en Comas y se inventó la reciente muerte de su madre para que lo contraten como vigilante. El colmo fue que el sujeto les entregó un recuerdo de difuntos con la imagen de su supuesta progenitora.

Una vez que se los ganó, el delincuente esperó pacientemente al mejor momento para perpetrar el robo de noche y se llevó casi todo lo que encontró a su paso. El monto de lo sustraído en este local, ubicado en ubicado en la Asociación Alameda Santa María en la zona de Trapiche, Comas, ascendió a 40 mil soles.

A tal grado llegó la confianza de sus jefes que el delincuente estaba instalado en un departamento bien equipado dentro de este mismo inmueble. A Bazo Navarrete le bastaron 30 minutos para llevarse el botín de las oficinas de sus jefes en Comas, aunque se descubrió después que contó con la ayuda de dos cómplices.

Con lo que no contaba el ladrón es que las cámaras de seguridad de la empresa de Comas estaban registrando todo. Aparentemente, se había informado dentro de la oficina que estas no estarían operativas determinado tiempo, lo cual lo decidió a actuar en ese momento. Ahora los agraviados piden a la justicia que lo detengan una vez que ya fue identificado como el autor del robo.

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