. Es el título de un dossier virtual que causa furor entre los estudiantes de la histórica (UNMSM), hoy en el ‘ojo de la tormenta’.

El documento de 90 páginas está escrito por ‘Olivier Leblanc’, nombre ficticio que utiliza un estudiante para evitar represalias. ‘Leblanc’ describe increíbles métodos y operaciones de contubernios, presiones, chantajes, corrupción, ocurridos durante la gestión de Pedro Cotillo, el defenestrado rector que se oponía ferozmente a la Ley Universitaria dada por este gobierno.

“La gestión de Pedro Cotillo ha sido dictatorial, demagógica, fraudulenta, con funcionarios incapaces, deshonestos y con una corrupción galopante (…) Para que Cotillo fuese elegido rector, la mafia de sus operadores políticos desplegaron una serie de estrategias, actos totalmente fraudulentos y corruptos”, sostiene ‘Leblanc’.

El estudiante no exagera. Hay pruebas de que el 2011, cuando Cotillo fue elegido rector, se compraron votos abiertamente. Cotillo tuvo el apoyo total del tercio estudiantil: fue elegido por ochenta votos, contra once de su rival Pedro Wong.

Lo que pocos conocen es que existe un revelador video que está en Internet. Registra el momento en que, antes de introducir su cédula al ánfora, los dirigentes estudiantiles mostraban su voto al personero de Cotillo, para que comprobara que habían votado por su jefe. El representante de Cotillo apuntaba el nombre del estudiante.

“Después pasaron por ‘caja’ y les dieron un buen ‘billete’”, me contó un dirigente que participó en ese sufragio. Pedro Wong, el contrincante de Cotillo, también declaró: “Al estar mostrando su voto, están demostrando que tenían que cobrar, así de simple”.

‘Leblanc’ también revela los nombres de los eternos dirigentes estudiantiles que manipulan la Asamblea Universitaria y el Consejo Universitario para nombrar decanos y autoridades. Y que se venden –según el dossier- al mejor postor cada vez que hay elecciones para el rectorado.

Los más mencionados son Anthony Núñez (quien le hizo la campaña a Cotillo), Mario Meza, Wilder Ramos, Jheni Huamán y Alejandro Cochachín, entre otros más.

Dos de esos dirigentes, por ejemplo, ingresaron en 1994, es decir hace ¡22 años!, y continúan ‘estudiando’ hasta hoy. En 18 semestres académicos (9 años) aprobaron 49 créditos, el equivalente a apenas dos semestres, y han desaprobado infinidad de cursos.

En el colmo de los colmos, incluso, les dan ‘bolsas de trabajo’, un ‘cachuelo’ remunerado que solo les corresponde a los alumnos sobresalientes de escasos recursos económicos. No se pasen, pues.

San Marcos también es un botín. Tiene 49 propiedades avaluadas en cerca de mil millones de dólares, que Cotillo planeaba vender antes de irse en mayo. Pero la Ley Universitaria le quemó la película.

El dossier de ‘Leblanc’ debe ser lectura obligada de Antonia Castro, la rectora interina de la cuatricentenaria casa de estudios.

Nos vemos el otro martes.

Si te interesó lo que acabas de leer, puedes seguir nuestras últimas publicaciones por , , y puedes suscribirte a nuestro newsletter.

. Es el título de un dossier virtual que causa furor entre los estudiantes de la histórica (UNMSM), hoy en el ‘ojo de la tormenta’.

El documento de 90 páginas está escrito por ‘Olivier Leblanc’, nombre ficticio que utiliza un estudiante para evitar represalias. ‘Leblanc’ describe increíbles métodos y operaciones de contubernios, presiones, chantajes, corrupción, ocurridos durante la gestión de Pedro Cotillo, el defenestrado rector que se oponía ferozmente a la Ley Universitaria dada por este gobierno.

“La gestión de Pedro Cotillo ha sido dictatorial, demagógica, fraudulenta, con funcionarios incapaces, deshonestos y con una corrupción galopante (…) Para que Cotillo fuese elegido rector, la mafia de sus operadores políticos desplegaron una serie de estrategias, actos totalmente fraudulentos y corruptos”, sostiene ‘Leblanc’.

El estudiante no exagera. Hay pruebas de que el 2011, cuando Cotillo fue elegido rector, se compraron votos abiertamente. Cotillo tuvo el apoyo total del tercio estudiantil: fue elegido por ochenta votos, contra once de su rival Pedro Wong.

Lo que pocos conocen es que existe un revelador video que está en Internet. Registra el momento en que, antes de introducir su cédula al ánfora, los dirigentes estudiantiles mostraban su voto al personero de Cotillo, para que comprobara que habían votado por su jefe. El representante de Cotillo apuntaba el nombre del estudiante.

“Después pasaron por ‘caja’ y les dieron un buen ‘billete’”, me contó un dirigente que participó en ese sufragio. Pedro Wong, el contrincante de Cotillo, también declaró: “Al estar mostrando su voto, están demostrando que tenían que cobrar, así de simple”.

‘Leblanc’ también revela los nombres de los eternos dirigentes estudiantiles que manipulan la Asamblea Universitaria y el Consejo Universitario para nombrar decanos y autoridades. Y que se venden –según el dossier- al mejor postor cada vez que hay elecciones para el rectorado.

Los más mencionados son Anthony Núñez (quien le hizo la campaña a Cotillo), Mario Meza, Wilder Ramos, Jheni Huamán y Alejandro Cochachín, entre otros más.

Dos de esos dirigentes, por ejemplo, ingresaron en 1994, es decir hace ¡22 años!, y continúan ‘estudiando’ hasta hoy. En 18 semestres académicos (9 años) aprobaron 49 créditos, el equivalente a apenas dos semestres, y han desaprobado infinidad de cursos.

En el colmo de los colmos, incluso, les dan ‘bolsas de trabajo’, un ‘cachuelo’ remunerado que solo les corresponde a los alumnos sobresalientes de escasos recursos económicos. No se pasen, pues.

San Marcos también es un botín. Tiene 49 propiedades avaluadas en cerca de mil millones de dólares, que Cotillo planeaba vender antes de irse en mayo. Pero la Ley Universitaria le quemó la película.

El dossier de ‘Leblanc’ debe ser lectura obligada de Antonia Castro, la rectora interina de la cuatricentenaria casa de estudios.

Nos vemos el otro martes.

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