POR: MIGUEL RAMÍREZ / Periodista de investigación  

El partido Somos Perú es uno de los principales aliados del gobierno del presidente . Los cinco congresistas que tiene se oponen furiosamente a la vacancia presidencial, siempre con el cuento de ‘la gobernabilidad’. Unos 59 de sus militantes ocupan importantes cargos públicos.   

Ha cobijado al exmandatario Martín Vizcarra, investigado por corrupción, quien fue su candidato al Parlamento el año pasado. También al exfujimorista Daniel Salaverry, que hoy es asesor de Castillo. Por si fuera poco, el hablantín ministro de Cultura, Alejandro Salas, ardoroso escudero del mandatario, también es de las filas de ese partido. 

El candidato a la alcaldía de Lima por ese movimiento es George Forsyth, cuyo padre, el embajador Harold Forsyth, le abrió las puertas internacionales a Castillo.   

Lo que pocos saben, sin embargo, es que la jefa de Somos Perú es la señora Rosa Patricia Li Sotelo, quien también es una recalcitrante defensora del profesor cajamarquino. No le gusta mostrarse ante los reflectores, pero, hace varios años, los medios la vincularon con casos de corrupción.   

En el año 2016, una fiscalía la denunció de ser cómplice de una trama de adulteración de documentos que originó un millonario fraude fiscal, cuyo protagonista fue Lelio Balarezo, exvicepresidente de la Confiep. 

Según testigos que declararon en el juicio, Li utilizó varias de sus empresas para emitir facturas con cifras maquilladas y con nombres de falsos proveedores por un monto de 6 millones de soles, que luego se incrementaron a 22 millones por los intereses. Todo ocurrió entre 1995 y 1997.   

Nadie conocía este hecho, pero en el año 2016, cuando Li postuló al Congreso por el partido Alianza Para el Progreso, el portal de investigación Convoca lo destapó. El reportaje señaló que la entonces candidata se había acogido a la prescripción de los delitos.   

No solo eso se descubrió. En 2004, cuando era alcaldesa de Punta Negra, fue vacada por contrataciones indebidas de personal. Fue sentenciada con pena suspendida. El fallo fue confirmado por la Corte Suprema de Justicia.   

Años después, en 2015, fue denunciada por falsificar el título de contadora, que le sirvió para laborar como asesora del entonces congresista Fernando Andrade, uno de los fundadores de Somos Perú. Uno de los dirigentes de confianza de Li fue Juan Carlos Morillo, exgobernador de Áncash, preso por corrupción.   

“Todo el mundo teme el poder de Patricia Li. Yo no le tengo miedo. Lo peor que me puede pasar es ser expulsado de Somos Perú, y lo peor que le puede pasar a Patricia Li es ir presa. Esa es la gran diferencia, señora Li. Yo soy un hombre decente y usted no tiene calidad moral para juzgarme”, declaró el año pasado José Antonio Alvarado, secretario distrital de Barranco, cuando Li eligió a dedo a otra persona como coordinador político de su partido.   

La señora Li, aliada de Pedro Castillo, se las trae. Nos vemos el otro martes.

*Los artículos firmados y/o de opinión son de exclusiva responsabilidad de sus autores.

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