quedó nuevamente bajo el agua y vive sus horas más críticas. Ayer, a la 1:30 de la tarde, cayó sobre la capital de La Libertad el más devastador de los últimos años. Muy superior, incluso, al sufrido en febrero de 1998 por el Fenómeno de El Niño.

El Centro Histórico de la ciudad, incluida la Plaza de Armas, así como los distritos de Víctor Larco Herrera y El Porvenir, fueron cruelmente golpeados por la avalancha que llegó hasta la Panamericana Norte. Como el miércoles, viernes y sábado, la quebrada San Ildefonso volvió a desbordarse por las torrenciales lluvias.

Tras el huaico, Trujillo sufrió una intensa lluvia que llenó de pavor a sus habitantes, pues se temía la caída de más avalanchas.
El alcalde provincial, Elidio Espinoza, señaló que “Trujillo está pasando por el peor desastre natural de los últimos 20 años”.

El alud afectó el sector ubicado cerca del Parque Industrial, donde está el Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER). Allí estaba una comitiva de autoridades encabezada por la segunda vicepresidenta Mercedes Aráoz y la ministra de Desarrollo y Poblaciones Vulnerables, Cayetana Aljovín.

CAYÓ PUENTE VIRÚ
También estaban los congresistas Octavio Salazar y Elías Rodríguez, así como el gobernador de La Libertad, Luis Valdez. Todos tuvieron que esperar a que se retire el barro acumulado para dirigirse a otras zonas afectadas.

El cementerio de Mampuesto, en El Porvenir, fue arrasado por las fuertes corrientes. Además de destruir nichos, el huaico expuso varios restos óseos, como cráneos, cláviculas y otros, los que arrastró hacia concurridas avenidas de la ciudad.

La noche del sábado, el puente Virú, en La Libertad, se desplomó, quedando el norte del país aislado de Lima.

MEDIO PERÚ SUFRE
Las intensas lluvias han provocado huaicos y desbordes en toda la costa norte del Perú, desde Tumbes, pasando por Piura, Lambayeque, La Libertad y Áncash, además de Lima.

En Chulucanas (Piura), 150 casas colapsaron, quedando sus habitantes a la intemperie, sin comida ni agua.

En tanto, el río La Leche (Lambayeque) inundó casas, cultivos y hasta la Panamericana Norte. Además, unas 300 familias de diez caseríos de los distritos de Pítipo y Pacora permanecían aisladas por los desbordes.

En Áncash, cientos de casas de Huarmey continúan inundadas, mientras que las calles de Carhuaz fueron anegadas por una lluvia torrencial. Asimismo, se desplomó un cuarto puente por el caudal del río Shishu, en la provincia del Santa, lo cual dejó miles de personas incomunicadas. Todos piden agua y comida, así como ropas y hasta zapatos, pues lo perdieron todo.

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