A sus 46 años, Justo Ojeda está orgulloso con el negocio que emprendió en el corazón de en 2015. Antes de la , recibía a muchísimos clientes, quienes quedaban encantados con la buena sazón de la comida y la gran variedad de platos en la carta.

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“Mi experiencia en diferentes restaurantes me ha ayudado a saber qué quiere el cliente y cómo debo atenderlo. Por ejemplo, me di cuenta de que cuando vienen en grupo a comer, cada quien tiene un gusto especial. Por eso, tengo parrillas, pastas, ensaladas, comida oriental y pollos a la leña. Lo mejor es que todos pueden ver la preparación de los platos, eso genera más confianza en el cliente, indica Justo, quien con paciencia, constancia y perseverancia ha logrado mantener su negocio en medio de esta

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Los platos más novedosos del local son los espaguetis al ajo con aceite de oliva y filete mignon, y el risotto al pesto con un trozo de lomo fino de 220 gramos acompañado con salsa de champiñones.

El restaurante ‘Justin’ está en la avenida Nicolás Ayllón 874, Chaclacayo. Al costado de la municipalidad. La atención es de lunes a domingo desde las 12 del mediodía hasta las 10 de la noche. Para los pedidos delivery pueden llamar al número: 497-2073 o escribir al WhatsApp: 982-106-199.

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Cebichera inició su negocio en carretilla hace 16 años en San Juan de Lurigancho

La pandemia golpeó duramente su economía, pero ella no se amilanó y le hizo frente a los obstáculos. Espera más adelante poder cumplir uno de sus sueños: abrir un local.

Prepara cebiche desde que era una adolescente y salió a venderlo en su carretilla hace 16 años. Ha estado por varios sectores de San Juan de Lurigancho. | Fotos:  Andrés Paredes / Trome.
Prepara cebiche desde que era una adolescente y salió a venderlo en su carretilla hace 16 años. Ha estado por varios sectores de San Juan de Lurigancho. | Fotos: Andrés Paredes / Trome.

 A sus 34 años, María del Rosario Berrios Veraún está orgullosa de haber aprendido a preparar cebiche gracias a su padre y abuelo, quienes se dedicaron a la cocina por muchos años. Esa gran enseñanza que le dejaron sirvió para que se iniciara en la venta de comida marina, en .

“Preparo cebiche desde que era una adolescente y salí a venderlo en mi carretilla a los 18 años. He estado por varios sectores de San Juan de Lurigancho. El año pasado, antes de la pandemia, estaba viendo un local. Ya era hora de tener mi cebichería en un lugar más amplio y cómodo para mis clientes. Ese proyecto se paralizó por la cuarentena, más adelante lo retomaré. La situación aún está difícil”, contó doña Charito, como cariñosamente la llaman.

Entre los platos que ofrece están, además del cebiche, el cangrejo reventado, el chupe de camarones, la jalea, el sudado de pescado y la leche de tigre. Esta puede hacerla en dos presentaciones: clásica y con conchas negras. Cada una es acompañada con su canchita serrana y trozos de chicharrón de pota.

El negocio está ubicado en el cruce de la avenida El Periodista con jirón Amador García, a la altura del paradero 5 de Canto Grande, en San Juan de Lurigancho. Atiende de martes a domingo, de 9 de la mañana hasta las 2 de la tarde.





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