POR: MIGUEL RAMÍREZ / Periodista de investigación

La del domingo pasado será recordada como la más triste de millones de peruanos, luego de que el mandatario indultó al expresidente , condenado a 25 años de prisión por asesinatos y corrupción. No había cumplido ni la mitad de la pena.

Era un rumor general que PPK tenía tomada esa decisión, pero nadie imaginó que lo haría apenas dos días después de que se , pedido que promovió, precisamente, la mayoría fujimorista.

Apenas se conoció esa gracia presidencial, y –los dos hermanos que supuestamente estaban enfrentados– saltaron de alegría y agradecieron a PPK por su ‘magnánimo’ gesto. Hasta congresistas fujimoristas como , y –que ninguneaban a su líder histórico– hicieron lo mismo y ahora promueven la ‘reconciliación’.

En ese momento, cuando veía sonreír de oreja a oreja a Keiko Fujimori y sus hermanos, imaginé el profundo dolor de la señora Raída Cóndor y Gisela Ortiz, familiares de los nueve estudiantes de la universidad La Cantuta. En 1992, los jóvenes universitarios fueron secuestrados, asesinados, enterrados, luego desenterrados, quemados y vueltos a sepultar, con anuencia de Alberto Fujimori y su asesor .

Asimismo, supuse la angustia de Rosa Rojas, la madre de Javier Ríos, el niño de 8 años de edad que fue asesinado a balazos en la matanza de Barrios Altos, también avalada por Fujimori y su asesor de inteligencia.

PPK siempre quiso indultar a Fujimori. Este columnista sabe que, en julio pasado, días antes de que asumiera su cargo, Kuczynski pidió al todavía presidente que lo indultara, y él haría lo mismo con su hermano , preso en un penal limeño. Humala rechazó el pedido de manera categórica.

Ahora Keiko y Kenji Fujimori están felices y dejarán de lado sus supuestas rencillas. En abril pasado –en una columna que titulé – advertimos lo sospechoso que resultaba el enfrentamiento público entre ambos.

“Para muchos, Kenji y Keiko juegan en pared y buscan un solo fin: la liberación de su padre, llegar a ser gobierno algún día y distraer las investigaciones fiscales que existen en contra de ellos”, escribimos.

Alberto Fujimori y sus hijos, en efecto, hasta ahora no explican el millonario patrimonio que poseen, que incluye 13 empresas y una sociedad en con la transnacional Sankyo Corporation. Esa operación costó US$1.5 millones.

Hay un detalle que pocos saben: el principal asesor financiero de las empresas de los Fujimori es el estadounidense Daniel Scott Matson, quien –¡oh sorpresa!– visitaba al patriarca en su celda de la Diroes.

¿Qué conversaban el inversionista ‘gringo’ con Fujimori en esas reuniones en las que también participaba su abnegado hijo Kenji? Padre e hijos tienen mucho que explicar. Nos vemos el otro martes.

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