Miembros de ISIS son "rehabilitados" para intentar ser reinsertados a la sociedad.
ISIS

“Quiero volver a la vida” es uno de las frases recurrentes que se escucha a los exintegrantes del Estado Islámico (, por sus siglas en inglés) en los alrededores de un centro de rehabilitación del norte de Siria.

Ellos quieren reingresar a la sociedad y quieren que les den una oportunidad. Fuman cigarrillos o juegan ajedrez, prácticas prohibidas cuando pertenecían a ISIS.

En el ‘Centro Sirio para la Lucha contra la Ideología Extremista’ hay cerca de 100 exintegrantes de ISIS originarios de diferentes países, incluso de Europa de Este.

Algunos exmiembros de ISIS indicaron que soñaban con un “estado islámico”, pero luego se dieron cuenta que estaban haciendo daño a otros pueblos.

"Estaba totalmente convencido por sus eslóganes sobre la yihad, convencido de que eran los únicos que practicaban la verdadera religión y que todos los demás eran infieles", explica Mohamad, un joven que se unió a ISIS en 2014 y que fue parte de la toma del aeropuerto de Tabqa, cerca de Raqa, donde los yihadistas ejecutaron a más de 200 soldados sirios.

Mohamad y otros exmiembros de ISIS siguen intensas clases de “rehabilitación” para reintegrarse a la sociedad, aunque no saben si esto funcionará, él ya piensa en el futuro.

"Puede que me lance a los negocios, que continúe mis estudios o que vaya a Europa", dijo el joven.

Mohamada es un “paciente” en el centro de Marea inaugurado el 27 de octubre de 2016 cuando ISIS huyó al norte de Siria. Y de esta clase de “pacientes” hay tres categorías: los sirios que se unieron brevemente al grupo terrorista, los que combatieron con él mucho tiempo y los extranjeros.

Además de “rehabilitarlos”, también llevan sesiones de terapia individual y colectiva, se imparten clases de ley islámica, de derechos civiles y de psicología.

En algunos de los salones también se puede ver a exmiembros de ISIS con barba, mientras que otros se la han afeitado.

"Las clases dan a los pacientes una imagen positiva de su persona y de sus capacidades", afirma el terapeuta psicosocial del centro, Abdelkarim Darwish.

Las historias de los ex yihadistas son trágicas por lo que se realizan sesiones individuales para identificar los factores sociales que les empujaron a entrar en el ISIS.

Por allí algunos comentan que jamás pensaron que serían parte de ISIS y que fueron arrastrados con mentiras para aniquilar a todo opositor, así fueran familiares.

De hecho, la pregunta viene a razón: “¿Nos aceptará la sociedad?”, inquiere Ashraf Naser, de 24 años. Solo el tiempo lo dirá.

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